Tiempo de mujeres… “El género ya no es tema”: Margarita Zavala

Margarita Zavala tenía 16 años cuando entró a Los Pinos reclamando que le cumplieran al presidente municipal de Chihuahua. Era de las juventudes de Acción Nacional que apoyaban así la huelga de hambre de Luis H. Álvarez.

Dos décadas más tarde regresó a la misma sede del Poder Ejecutivo para habitarla durante el sexenio de su esposo, Felipe Calderón.

En 2018 llegó a la boleta presidencial como candidata independiente y ante las dificultades para contender desde esa posición dio por concluida su campaña en mayo.

Y aunque entonces renunció al PAN, en 2020 volvió a la vida partidista asumiendo que la democracia en riesgo necesitaba unidos a sus defensores.

En 2021 ganó su actual curul en la Cámara de Diputados; y el próximo 2 de junio buscará la ser reelecta en este mismo cargo.

Le preguntamos cómo valora su experiencia hace seis años como aspirante presidencial a la luz de la actual candidatura de Xóchitl Gálvez.

No puedo esconder mi gusto, mi alegría, y hasta mi emoción, porque apenas hace seis años no había, porque no dejaron competir a ninguna mujer en los nueve partidos políticos que había, no nos dejaron competir”, recuerda.

Y es que Margarita Zavala denunció que el entonces dirigente de Acción Nacional, Ricardo Anaya, había sido juez y parte en la competencia interna para definir al candidato.

Entonces, para mí es un gran salto que hoy la Presidencia de la República esté disputada por dos mujeres, en donde el género no es tema, y creo que eso es un gran avance.

Y aunque recuerda que ella tiene una preferencia, también admite que le parece motivo de celebración que el grito de Presidenta sea el que más se va a oír en la contienda de 2024. “Ese grito lo estará lanzando 70% de los ciudadanos. Porque, independientemente de quién (sea la candidata de cada uno), estaremos hablando de candidatas presidentas y eso es, en términos culturales y en términos democráticos, un gran avance que no tenemos por qué escatimarnos ni regateárnoslo”.

Aunque, aclara, “no deja de ser un episodio que tenemos que convertirlo en algo que se vaya internalizando de tal manera que esto (dos candidaturas femeninas) no vuelva a ser una sorpresa”.

Le pregunto si haber abandonado la competencia presidencial en 2018 no la golpeó personalmente y si considera que una derrota electoral puede marcar la vida de las personas y todavía más cuando se es mujer.

Le recuerdo la historia de Margarita Ortega, postulada por el PRI en 1989 a la gubernatura de Baja California y quien se convertiría en la primera persona de aquel partido que perdería en las urnas.

—¿No guardas un sentimiento de rencor, de dolor por haber tenido que dejar la contienda a la mitad?, le insistimos.

La interrogante surge porque Margarita Zavala luce entusiasmada en los eventos de respaldo a la presidenciable del Frente Fuerza y Corazón por México. 

Mira, hay cosas duras, pero también sabes que son procesos. Lo que me pasa a mí es en 2018; a esas alturas, las mujeres ya fuimos caminando a sabiendas que abríamos camino y que nos habían abierto el camino.

Yo siempre dije que, cada vez que levantaba una mujer la mano, para decir yo quiero, yo quiero ser diputada, yo quiero ser senadora, yo quiero ser gobernadora, yo quiero… era un grito de batalla, que no sabíamos cuándo iba a tener un resultado muy grande. Siempre defendí ese yo quiero, trabajé mucho para que muchas dijeran eso, de cualquier partido político y, bueno, a mí me da mucho gusto que Xóchitl lo haya dicho”.

Margarita Zavala creció en una familia afiliada al PAN cuando la lucha democrática consistía en impedir que el PRI del llamado viejo régimen impulsara elecciones de Estado. Ahora ella es un activo de la coalición electoral entre ambos partidos y el PRD.

—La pregunta de si estamos preparados para una mujer presidenta dejó de ser pertinente. Pero ¿consideras que esos partidos están preparados para gobernar con el liderazgo de una mujer al frente?

—“Hay situaciones que se fueron imponiendo, hubo estrategias… A mí me tocó hablar con diputadas de todos los partidos para sacar adelante leyes, para sacar adelante acciones afirmativas y creo que este resultado lo estamos viendo hoy y también es cierto que todos los partidos tendrán una tarea después del 2 de junio; es una tarea que tiene que ver con la ciudadanía”, admite.

Pero esa es una batalla distinta que espero que sea la que sigue después de consolidar la democracia. Porque hoy la democracia está en riesgo”, plantea.

Claro que puede ganarse. Yo estoy muy contenta por Xóchitl, por quien es, porque siempre dijo yo quiero para distintos cargos y, en ese sentido, estoy segura de que se puede ganar la Presidencia de la República. Porque la he visto salir adelante, la he visto crecerse, no sólo en esta campaña, sino en las anteriores y también porque es un gran momento. Sé que podemos lograrlo para nuestro país, para que se consolide la democracia, una democracia que está en riesgo y estoy convencidísima de que Xóchitl es una demócrata.

Sin duda alguna, la transición democrática es el episodio más glorioso de la última etapa de la época moderna y, esta vez, espero que se escriba en la página de México un episodio glorioso encabezado por una mujer como Xóchitl”, confía.

Le recuerdo que históricamente se le ha regateado a Acción Nacional que se adscriba como parte de la lucha de las mujeres y, por tanto, como artífice de la construcción del México feminista. Y le solicito su opinión al respecto, ahora que la presidenciable cuenta con la posibilidad de convertirse en la primera Presidenta de México, después de haber sido siempre postulada por ese partido.

Háganle como quieran… Las que hemos sido candidatas hemos estado en sus filas: de entrada, Josefina Vázquez Mota; en mi caso, formada en el PAN y hoy una candidata con todas estas posibilidades de ganar, Xóchitl, siglada por el PAN”, responde.

Sin embargo, en seguida pondera que, si bien es importante subrayar que del PAN ya han surgido tres candidatas a la Presidencia, lo más importante es reconocer que ellas son el resultado del esfuerzo de todas las mujeres que desde todos los partidos y espacios políticos y ciudadanos han venido impulsando por décadas la presencia de las mujeres en la disputa por la representación popular.

Margarita Zavala fue asambleísta del antes Distrito Federal y diputada federal en la legislatura de la segunda parte del sexenio de Vicente Fox. Y fue de las primeras responsables de la Secretaría de la Mujer cuando en México comenzó a hablarse de enfoque de género, acciones afirmativas, cuotas y paridad.

Previamente, María Elena Álvarez se había colocado a la vanguardia femenina del partido, trascendiendo el activismo electoral para convertirse en diputada federal y en presidenta de la Cámara de Diputados, pero sin tener los arrestos, como ella misma confesó en su momento, para pronunciar en voz alta el deseo de contender por la Presidencia.

A sus 93 años, “ella está muy feliz”, cuenta la diputada Zavala, “porque fue ella quien a nosotras nos abrió los espacios y nos acompañó, empujando el tema de mujeres en el partido, le aprendimos muchísimo.

El hecho de que Josefina haya sido candidata e incluso que yo haya dado el paso de ser candidata independiente y que ahora sea Xóchitl son esfuerzos que surgieron del PAN, sí, pero además son los resultados de los pasos que en política también dieron otras mujeres de toda la geometría política. Porque, en realidad, todas hemos trabajado por todas y es importante que así lo veamos”, concluye.

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