Agrónomo habla sobre la industria del cannabis: más que un 'churro'

Daniel Ramírez López, ingenieroagrónomo, oriundo de San Gabriel Mixtepec, en la costa oaxaqueña, es investigador en cannabis, asimismo, acompaña a productores en comunidades indígenas, autorizadas para la siembra, producción y procesamiento del cannabis con propósito medicinal. 

Después de cursar los primeros años de la carrera en su entidad natal, migró al estado de Yucatán donde se graduó, y posteriormente, aplicó para conseguir la beca de posgrado en la Escuela Tecnológica de Zúrich, en Suiza, donde consiguió hacer sus prácticas profesionales, y trabajó en invernaderos de países como Alemania y Austria. 

Entre los años de 2006 y 2008 tuve la oportunidad de estar en la República Checa, Eslovaquia, Polonia y Kazajistán, durante ese recorrido aprendí distintos tipos de cultivos, a partir del tipo de suelo (algunos parecidos a los de México), así como de su clima”, recordó. 

Aunque, subrayó, en la República Checa fue donde conoció las ventajas en el cultivo del cannabis más allá del uso lúdico o medicinal.  

En ese país le encontraron un montón de ventajas para desarrollar una industria, porque se pueden hacer fibras, ladrillos, bioplásticos, cosméticos y hasta baterías que pueden ser biodegradables”, refirió. 

Durante su residencia en Suiza, Daniel fue testigo de los debates y consulta pública en esta materia, cuando un grupo de ciudades y cantones (estados) comenzaron a trabajar en propuestas para diferentes modelos de producción y distribución de cannabis, incluído en entornos terapéuticos, a partir de los niveles controlados de THC y CBD (cannabinoides) , los componentes más famosos de la planta milenaria.  

TRABAJO DE ORGANIZACION Y EMPODERAMIENTO DE COMUNIDADES INDIGENAS, CALIFICADAS PARA EL MANEJO DEL CANNABIS

Después de conocer de cerca los procesos de transformación de la hierba, satanizada en muchos países, regresé a Oaxaca con el propósito de emprender varios proyectos encaminados a la difusión de la gran cantidad de materiales que se pueden derivar de este insumo (cáñamo) para el desarrollo tecnológico, científico y de manufactura”, refirió. 

Del mismo modo, el también socio fundador y Ceo de Grüne Welle Co., se propuso aportar evidencia científica en la construcción de una legislación que beneficie a emprendedores, comunidades originarias y el desarrollo tecnológico nacional, “a efecto de que nuestro país se convierta en la próxima potencia mundial del cáñamo”. 

QUITAR EL VELO QUE CUBRE EL MITO

El científico consideró que es fundamental abordar el uso industrial del  cannabis   y de cómo puede convertirse en una aliada en la lucha contra el deterioro medioambiental, así como dar a conocer sus propiedades alimenticias y los nutrientes que puede aportar a través del consumo de las semillas. 

Ha sido una labor titánica porque al principio nos veían simplemente como bichos raros, pero ahora, que la gente se ha ido acercando a la ciencia , y aportas datos duros, y presentas los productos, derivados del cáñamo, se cae la venda de los ojos del  tabú”. 

Durante la entrevista con Excélsior, Ramírez  López realizó una apretada cronología sobre la estrategia utilizada por grupos en el poder, principalmente de Estados Unidos, para ligar a la planta de cannabis con aspectos negativos, promoviendo entre la sociedad un estigma. 

Desde la industria farmacéutica y cosmética, hasta la del papel y la moda, pasando por los corporativos industriales de la química se encargaron de crear una falsa narrativa del cannabis”, comentó. 

Refirió que a través de dicha planta se pueden crear fibras para elaborar productos artísticos y utilitarios muy resistentes, así como baterías altamente eficientes que contaminan menos que la gasolina, materiales de construcción o bioplásticos para las carrocerías de los automóviles. 

El carbono derivado de la biomasa del tallo de la planta, es una opción para preparar materiales de carbono, propiciando una alternativa a la gestión de subproductos y residuos que permitan dejar de consumir combustibles fósiles”. 

OAXACA, CINCO VARIEDADES DEL CANNABIS 

Destacó que Oaxaca existen cinco variantes nativas de esta planta, que históricamente se han utilizado en la medicina tradicional. 

Por generaciones, muchas personas en territorio oaxaqueño han utilizado esta planta, principalmente para dolores o enfermedades propias de la edad”. 

De ahí que se tiene que empoderar a comunidades y pueblos indígenas, “quienes por mucho tiempo han sido guardianes de las variantes nativas de la planta cuya posible legalización está en discusión”, mencionó. 

En gran parte a Ramírez López se le debe la gestión de 26 permisos para la siembra, producción y procesamiento del cannabis con propósito medicinal, otorgadas en abril del año pasado a organizaciones sociales de distintas comunidades indígenas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

AUTORIZACION DE COFEPRIS A COMUNIDADES INDIGENAS PARA MANEJO DE CANNABIS

Las comunidades zapotecas autorizadas son San Pablo Güila, San Dionisio Ocotepec, San Nicolás Yaxe, El Tepehuaje, Coatecas Altas, La Pe Ejutla, con permiso de sembrar una decena de plantas, según lo establecido por la ley para el manejo y selección del cannabis bajo fines medicinales.

Además de la Asociación Indígena de Productores de la Cannabis (AIPC), Consultoría y gestión de proyectos educativos, culturales y comunitarios (AMATE); Comcausa Binacional; Consultoría Martín y Asociados; Compliance Hedge y Oaxaca Highland. 

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