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Monos en Tailandia viven como reyes

Donde son alimentados dos veces al día por las autoridades locales

EFE | 03-06-2018
Los macacos son tolerados y hasta agasajados, debido a la leyenda según la cual son descendientes del dios Hanuman.

LOPBURI, Tailandia.

Los simios descendientes del dios-mono Hanuman viven como reyes en la ciudad tailandesa de Lopburi, donde son alimentados dos veces al día por las autoridades locales y andan a sus anchas por calles y templos.

Se estima que hay más de tres mil macacos (Macaca fascicularis) en la ciudad, situada unos 150 kilómetros al norte de Bangkok, aunque las mayores colonias están en el templo de estilo jemer Prang Sam Yot y el altar Phra Karn, dedicado al dios Vishnu.

La razón por la que son tolerados y hasta agasajados es debido a la leyenda según la cual son descendientes de Hanuman, que ayudó al príncipe Rama (avatar de Vishnu) a vencer al demonio Thotsakan, según el poema épico de origen hindú Ramakian (versión tailandesa del Ramayana indio).

Bandadas de monos escalan los árboles, las farolas y las fachadas de los edificios que tienen rejas en las ventanas para evitar las visitas inesperadas de estos animales.

En Prang Sam Yot, construido en el siglo XIII, los macacos se bañan en pequeños estanques, descansan en torno a las tres grandes torres del monumento o se encaraman a los turistas en busca de comida o cualquier objeto que les llame la atención.

Mientras los devotos encienden sus velas y dejan el incienso ante la estatua dorada de Vishnu en el cercano Phra Karn, los monos se balancean en las ramas de una gran higuera sagrada en el recinto o se dan un festín con plátanos, melones y todo tipo de frutas.

Curiosamente, escalan por los exteriores del templo que acoge la imagen, pero no tratan de entrar.

Casi todos los negocios tienen una vara en caso de que los macacos se descontrolen, pero generalmente la convivencia es pacífica y hasta son alimentados por los vecinos.

“Llevamos mucho tiempo conviviendo. Llevo 40 años aquí y siempre ha habido monos. Sin embargo, su número ha crecido en los últimos años. Antes, cuando llegué, había menos”, explica Taveesak Srisangnan, un vecino de 74 años.

“Ahora conozco todos los aspectos de su comportamiento. Lo más importante es estar atentos a nuestras propiedades”, agrega Taveesak, que regenta una pequeña tienda de alimentos frente al altar hindú.

Las autoridades aprovechan la presencia de los descendientes de Hanuman para atraer turistas y todos los años celebran el Festival de los Monos, a finales de noviembre, un gran banquete en el que participan la mayoría de los macacos.

Este evento se celebró por primera vez en 1989 y fue una iniciativa del empresario local Yongyuth Kiwattananusont.

Plaek Thepalak, gobernador de la provincia, asegura que los monos y los hombres han aprendido a convivir tras muchos años de coexistencia.

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