Jueza nominada a Corte evade preguntas sobre aborto

WASHINGTON.

La jueza Amy Coney Barrett, nominada a la Corte Suprema de Estados Unidos, aseguró que sus creencias personales y religiosas no afectarán sus decisiones.

En el segundo día de comparecencias en la Comisión Judicial del Senado, Coney Barrett declinó pronunciarse si el fallo que legalizó el aborto en 1973 fue una decisión apropiada.

Ésa no es una pregunta que pueda responder en abstracto”, declaró la funcionaria nominada por el presidente Donald Trump al mayor tribunal del país.

Ante eso, Barrett afirmó que estudiaría, al igual que en otros casos, los factores jurídicos.

Los jueces no pueden levantarse una mañana y decir: Tengo una meta en mi vida, amo u odio las armas de fuego, amo u odio el aborto. E imponer su voluntad como figuras de la realeza”, afirmó a los senadores encargados de confirmar su nombramiento.

Al abrir la ronda de preguntas, el senador republicano Lindsey Graham, presidente del comité de la Cámara alta, preguntó a Barrett, una devota católica, si podría dejar de lado sus creencias religiosas cuando tome decisiones en la corte.

“Puedo”, respondió Barrett, quien sería la tercera jueza nombrada a la corte durante la presidencia de Trump.