CIUDAD DE GUATEMALA.
La fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, quien impulsó una ofensiva judicial que dificultó el camino a la investidura del presidente Bernardo Arévalo, descartó renunciar al cargo y desoyó una citación que le hizo el nuevo mandatario para reunirse ayer.
“Quiero enviar un mensaje claro y contundente al pueblo de Guatemala y al presidente de la República para hacer saber que soy respetuosa de las leyes del país y en consecuencia cumpliré con el mandato constitucional de cuatro años (...) y en consecuencia no voy a renunciar”, dijo la fiscal, que terminará su gestión en 2026.
Unas horas después Arévalo, que quiere la renuncia de la fiscal, informó que cursó una nueva citación a Porras para que acuda el lunes a una reunión del consejo de ministros, afirmando que la ley la obliga a asistir.
Comparte en Redes Sociales