Daniel Noboa, el presidente ‘fugaz’ que le dijo basta al narco

En octubre pasado, Daniel Noboa ganó las elecciones y se convirtió en el presidente más joven de Ecuador, con 36 años de edad. Heredero de un imperio en la industria platanera, Noboa se define de centroizquierda, aunque lo apoyan fuerzas de derecha, principalmente empresarios. Es sommelier, sabe de música, intentó ser vegetariano y le apasionan los autos y los caballos.

Nació el 30 de noviembre de 1987 en la ciudad de Guayaquil, que el pasado 9 de noviembre se convirtió en la zona cero de los atentados terroristas perpetrados por el crimen organizado en el país sudamericano.

Noboa gobernará Ecuador por casi 17 meses, hasta terminar el periodo que le correspondía al expresidente derechista Guillermo Lasso, quien, invocando la figura constitucional de la muerte cruzada, disolvió el Congreso y llamó a elecciones anticipadas para esquivar la destitución en un juicio político por corrupción.

El empresario Daniel Noboa cumple una ambición familiar de larga data dado que su padre, Álvaro Noboa, buscó sin éxito la presidencia de Ecuador en cinco ocasiones.

Muy activo en redes sociales, Noboa llegó de sorpresa al balotaje y fue tomando fuerza con el paso de los días hasta vencer con 52% de los votos a la izquierdista Luisa González (48%)

Mañana empezamos a trabajar por este nuevo Ecuador (...) para reconstruir un país que ha sido gravemente golpeado por la violencia, por la corrupción y por el odio”, dijo el entonces presidente electo desde su residencia en el balneario de Olón , donde recibió a la prensa.

Llegó al poder tras una campaña electoral marcada por el asesinato de Fernando Villavicencio, también candidato presidencial por el Movimiento Concertación, finado el 9 de agosto de 2023.

En el marco del diplomado Nuevos Escenarios Internacionales de América Latina y el Caribe, celebrado en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, la doctora Silvia Soriano, del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, aseguró ayer  que la violenta muerte de Villaseñor le dio a Noboa una especie de “voto del miedo” a favor, pues personajes como el candidato indígena Yaku Pérez registraron muy pocos sufragios con respecto a las elecciones en las que ganó Guillermo Lasso.

Los pueblos originarios están distanciados del correísmo, no iban a votar por su candidata (Luisa González), pero, ante el contexto criminal, tampoco confiarían en un personaje que no pudiera garantizar cierta estabilidad”, aseguró la especialista.

Tras la escalada de violencia del pasado 9 de enero en Ecuador, antecedida por la fuga de Adolfo Macías, Fito, de la cárcel del Litoral, Noboa ha tenido el escenario perfecto para refrendar que es un mandatario al que no le tiembla la mano contra los grupos del narcotráfico. Hasta ayer, las autoridades anunciaron la detención de 2 mil 578 criminales, luego de la declaratoria de conflicto armado interno realizada por el propio presidente hace 13 días.

Desde entonces, la bandera de guerra contra la violencia es la misma: mano dura exhibida con imágenes de presos semidesnudos, atados y sometidos en las cárceles. Sin embargo, el Ecuador del presidente Daniel Noboa tiene poco que ver con El Salvador de Nayib Bukele.

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La estrategia de los empresarios y ahora gobernantes es parecida, pero en contextos distintos, por lo  que el mismo mandatario ecuatoriano rechaza el símil. “Creo que me comparan por la situación de violencia que vivimos y la mano dura ante esto, pero creo que somos muy diferentes en algunas cosas”, dijo Noboa a Telemundo.

El problema es que las mafias en ambos países tienen un lugar en común: las hacinadas y violentas cárceles que son tierra fértil para su crecimiento, el siguiente reto para Noboa,

-Con información de AFP y Reuters

cva