Excélsior en la Historia: La tradición de las 12 uvas en año nuevo

CIUDAD DE MÉXICO, 31 de diciembre.- Uno de los ritos más antiguos y extendidos a lo largo del mundo tiene que ver con la ingesta de 12 uvas en los últimos segundos del año viejo y primeros de año nuevo.

La tradición nació en España y en la actualidad varios países de América Latina se han sumado a este rito, entre ellos México, Bolivia, Argentina, Ecuador, Perú, Chile, Colombia y Venezuela.

En Madrid, las personas acuden a la Puerta del Sol, donde se encuentra el reloj de la Casa de Correos y al escuchar las 12 campanadas de la noche del 31 de diciembre, comen una uva por cada una de ellas.

Historiadores señalan que el origen se ubica a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

Se cree que nació por el excedente de uva por parte de los agricultores de los poblados de Alicante y Murcia.

Los diarios en España ya escribían en 1897 sobre la costumbre madrileña de comer 12 uvas al dar las doce horas en el reloj que separa el año saliente del entrante.

Otros incluso hablaban de las Uvas milagrosas.

Lo cierto es que las 12 uvas corresponden a los 12 meses del año, los 12 deseos para el siguiente año y las 12 campanadas que suenan a la medianoche.

Según la tradición, se cree que el que se coma las doce uvas al compás de las campanadas tendrá un año próspero.

En Argentina se comen 12 uvas pasas, en otros países prefieren las uvas frescas, hay quienes dicen que deben ser rojas y otros que deben ser verdes, muchos prefieren la uva sin semilla y pelada, nada hay escrito sobre la presentación de las uvas.

Los principales deseos para el año nuevo tienen que ver con prosperidad, felicidad, salud, fortuna, mejorar en el trabajo, hacer ejercicio, adelgazar, viajar, procurar a los amigos, aprender cosas nuevas, alimentarse mejor, dejar de fumar, leer más, empezar un ahorro y ser una persona más positiva.

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