¿Quieres cambiar tu modalidad del IMSS? Este es el paso a paso que debes seguir
Descubre cómo modificar tu modalidad en el IMSS: requisitos, pasos y dónde realizar el trámite.

Cambiar la modalidad del IMSS puede parecer un laberinto burocrático, pero la buena noticia es que siguiendo este paso a paso será todo mucho más sencillo, ¡solo checa la guía que te preparamos!
Con diferentes números, opciones, requisitos, modalidades obligatorias y voluntarias, podrías equivocarte al momento de cambiar la modalidad a la que perteneces. Pero esta flexibilidad puede ser una gran ventaja: te permite adaptar tu cobertura al tipo de empleo, tus necesidades de salud o tu situación familiar.
El IMSS ofrece distintas modalidades de aseguramiento: algunas para trabajadores con relación laboral formal, otras para independientes, familias o trabajadores eventuales. Cada modalidad tiene características distintas —beneficios, aportaciones, derechos— y elegir la que se adapta a ti puede marcar la diferencia en tus prestaciones, cotizaciones y tranquilidad.
Te explicamos qué modalidades existen en el IMSS, en qué casos conviene cambiar, cuáles son los pasos exactos para hacerlo, y dónde puedes realizarlo para navegar por los trámites sin estrés.

¿Qué modalidades existen en el IMSS?
Régimen obligatorio
Aplica para quienes tienen una relación laboral formal con un patrón: el empleador se encarga de inscribir al trabajador y cubrir las cuotas correspondientes. Dentro de este régimen se encuentran modalidades como la de trabajador permanente o eventual.
Régimen voluntario / seguro facultativo / aseguramiento independiente
Diseñado para personas que no tienen empleo formal —freelancers, trabajadores independientes, quienes ya no cotizan por patrón, desempleados—. Aquí puedes elegir modalidades como la Modalidad 10 (seguro para trabajadores independientes), la Modalidad 32 (seguro facultativo) o modalidades de continuidad voluntaria.
Dentro de estos esquemas también puede existir la opción de cotización voluntaria tras haber dejado un empleo, como la reconocida Modalidad 40, que permite pagar por cuenta propia para seguir acumulando semanas de cotización y mejorar tu pensión.

Cómo cambiar la modalidad en el IMSS
- Antes de empezar, revisa tu estatus actual: ¿tienes un empleo con patrón? ¿te dieron de baja? ¿Eres independiente? ¿Necesitas cotizar tú solo o con familia? Según eso, analiza las modalidades disponibles.
- Reúne la documentación necesaria: CURP, número de Seguridad Social (NSS), identificación oficial vigente y datos de contacto (correo electrónico, domicilio, etc.). Si estás realizando el trámite para continuar voluntariamente con cotización (Modalidad 40), también necesitarás llenar el formato correspondiente.
- Haz el trámite en línea o en oficina del IMSS, checa cuáles puedes realizar a través del portal del IMSS, capturando tu CURP y correo electrónico. Si prefieres hacerlo presencial, puedes acudir a la subdelegación del IMSS correspondiente, presentar los documentos requeridos y solicitar el cambio de modalidad.
- Si cambias a modalidad voluntaria o a Modalidad 40, corresponderá hacer aportaciones por tu cuenta. Es esencial estar al corriente en los pagos para que la modalidad sea válida y tengas derecho a prestaciones o a cotizar semanas.
- Después de realizar el trámite y pago, revisa en el portal del IMSS o llama al número de atención para confirmar que tu modalidad ha cambiado correctamente. Conserva comprobantes de pago, recibos y constancias por si hay revisiones futuras.

¿Cuándo te conviene cambiar de modalidad?
Si antes cotizabas con un patrón y ahora trabajas por tu cuenta, ya no estás en régimen obligatorio. Para seguir cubierto, puedes cambiar de modalidad e inscribirte a la voluntaria (como la Modalidad 10 o 32) para mantener atención médica, servicios médicos y ciertas prestaciones.
La Modalidad 40 permite seguir cotizando por tu cuenta, acumulando semanas y mejorando tu base salarial de cotización, con miras a una mejor pensión a futuro.
Para trabajadores independientes, pequeños empresarios, personas dedicadas al campo o actividades eventuales, las modalidades voluntarias representan la única vía para acceder a los servicios del IMSS.
Algunas modalidades permiten que el asegurado (titular) y su familia accedan a servicios médicos.
La modalidad voluntaria o Modalidad 40 puede ser atractiva para incrementar tu pensión: más semanas cotizadas, mejor salario base de cotización. Pero hay condiciones: debes evaluar costo mensual versus beneficio, y si realmente vas a mantener los pagos hasta la fecha de retiro.
Si eliges modalidad voluntaria, recuerda que la vigencia depende del pago puntual de cuotas. Si suspendes pagos, puedes perder la protección o afectar tu cotización.
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