Miguel Cane exhibe el culto mediático a la violencia contra la mujer

En su más reciente novela, el autor crea una ficción en la que la actriz Sharon Tate, asesinada en 1969, reaparece embarazada y en un cuerpo gigante

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Sharon Tate regresa gigante: Miguel Cane explora el horror, la empatía y la cultura del espectáculo en Liliput.Cortesía Miguel Cane

La mezcla de un crimen brutal y una ficción crearon el ambiente propicio para Liliput, una novela distópica del escritor Miguel Cane (Distrito Federal, 1974).

Todo comienza con un hecho real: la actriz Sharon Tate (1943-1969) fue asesinada por miembros de la familia Manson el 8 de agosto de 1969, en la casa donde vivía con su esposo, el cineasta Roman Polanski. Ella tenía ocho meses y medio de embarazo.

En la ficción, es 2025. El cuerpo gigante de Sharon Tate, de 100 pies de altura (304.80 metros), reaparece en Nueva York totalmente desnuda y a punto de dar a luz, creando un enorme impacto entre los habitantes de la ciudad.

De hecho, el título Liliput no es sólo una alusión literaria: es una declaración. Igual que en Los viajes de Gulliver Jonathan Swift usó lo diminuto para reflejar las miserias del poder y la sociedad inglesa, yo utilicé lo gigantesco —el cuerpo de Sharon— para exhibir las proporciones deformes de nuestra empatía, de nuestra fe y de nuestra cultura de la celebridad. Las voces, entonces, no son sólo testigos: son parte del espejo”, asegura Cane.

El autor enfatiza en que, para él, el asesinato de Tate es una herida cultural en donde ella quedó reducida al papel de la víctima eterna “con sus asesinos siendo más célebres que ella misma que sólo es recordada por muchos por su abyecta forma de morir”, reflexiona.

Sharon Tate, asevera Cane, “es el espejo de una época que aún no termina: la del espectáculo del sufrimiento, el culto mediático de la violencia contra la mujer, la exposición masiva contra lo frágil, aunque mida 100 pies de altura”.

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Título: Liliput, autor: Miguel Cane y editorial: Gato Blanco, México, 2025, 132 pp.Especial

Ante la aparición de la figura hiperrealista de Tate, la ciudad de Nueva York se paraliza y el novelista plantea varios dilemas morales.

¿Qué hacemos ante lo monstruoso cuando tiene rostro humano?”, se pregunta Miguel Cane.

Sharon regresa desnuda, vulnerable, embarazadísima. Es como Godzilla, pero también sublime, como una fuerza mitológica. Los medios la convierten en espectáculo; los religiosos, en milagro; los políticos, en problema logístico. Sin embargo, ella no habla, no ataca, no exige: simplemente existe. Ese es el conflicto que planteo: el dilema moral acerca de nuestra incapacidad para tolerar lo inexplicable”.

También está el problema de la compasión. “¿Podemos empatizar con lo que nos aterra? La ciudad proyecta en Sharon todo su miedo: a la muerte, a la culpa, al deseo. Dicha proyección revela más sobre nosotros que sobre ella”, señala Cane.

La novela viene acompañada por un código QR que lleva a una lista de Spotify curada por el escritor, en la que aparecen diferentes artistas, desde The Turtles, The Doors, Nico y PJ Harvey, hasta Agnes Obel y los mexicanos Clubz. Cane habla sobre esta banda sonora: “Liliput se escribió con música. No como fondo, sino como una forma de invocación. Cada pieza del playlist es una puerta hacia un estado mental o emocional que necesitaba habitar mientras escribía la novela”, dice.

Pero Liliput no es sólo una novela, es también un viaje que el escritor nos invita a hacer por sus profundos conocimientos de la cultura pop y el cine.

Nueva York, asegura Cane, es el escenario donde lo irreal parece siempre posible. Es una ciudad que ha aprendido a convivir con sus fantasmas: los del arte, los de la violencia, los de la historia.

El (edificio) Dakota me parecía el punto perfecto: es el epicentro del siglo XX en forma de arquitectura, el lugar donde Roman Polanski filmó exteriores de El bebé de Rosemary —Sharon estuvo presente en ese rodaje— y donde mataron, años después, a John Lennon.

Entre esas dos historias —la del horror ficcional y la del horror real— se abre una grieta que Liliput explora.”

A menos de un mes de su lanzamiento, Liliput agotó el tiraje de su primera edición. Cane anuncia que ya existe una reimpresión en librerías independientes y en Amazon México. “El público ha recibido la novela con la mezcla de estupor y ternura que merecen los milagros. Y eso, viniendo de una novela que parte de la imposibilidad, me parece el mejor de los destinos”, finaliza.

cva