Cierre de Plaza Izazaga 89 arrastra a negocios aledaños

Encargados de tiendas, panaderías y estacionamientos afirman que sus ingresos bajaron hasta 80% y tuvieron que despedir a una parte de sus empleados

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Plaza Izazaga 89

El cierre de Plaza Izazaga 89, sitio que dejó de operar luego de que en noviembre pasado se decomisaron 260 mil productos apócrifos, impactó en el ingreso de negocios aledaños, cuyos dueños y empleados reportaron una caída de entre 70 y 80 por ciento en sus ventas.

Además de que tuvieron que prescindir de personal, debido a que el flujo de personas en esta zona del centro capitalino disminuyó.

“Nosotros recibíamos unos 500 vehículos y bajó mucho; de un cien por ciento, porque siempre se llenaba, sí bajamos a un 30 o 20 por ciento de ocupación diaria”, Mauricio Silva, encargado de uno de los estacionamientos de la calle Nezahualcóyotl.

Comentó que en el sitio laboraban diez personas, después del cierre se despidió a dos y, actualmente, se turnan para trabajar “un día sí y otro no, para no perder el empleo. Aunque nos ayudábamos mucho con las propinas, ahora estas son casi nulas”.

Contrario a meses anteriores, en los que era común observar vehículos en doble fila sobre av. Izazaga, aglomeraciones en la banqueta y alrededores de la plaza, así como diableros ir y venir en calle Nezahualcóyotl, la zona ahora luce vacía.

En la Pastelería Mary’s –ubicada en calle Nezahualcóyotl, donde era el área de descarga de los locatarios– los clientes disminuyeron. “Han dejado de consumir en un 70 por ciento”, afirmó Cristal Miranda, encargada del establecimiento.

La mujer manifestó que “ésta es una zona muerta; de unos seis mil pesos de ventas que teníamos al día, ahora si bien nos va, sacamos dos mil o mil 800 pesos”.

Incluso, recordó que la pandemia de covid-19 afectó al negocio, pero la operación de la plaza les ayudó a empezar a levantarse, “pero ahora, con el cierre, la gente que consumía aquí, la de paso, pues ya no viene”.

Ante la situación, Miranda urgió a las autoridades a darle una solución a los comerciantes y locatarios que se vieron obligados a sacar sus mercancías.

SIN SOLUCIÓN

La plaza, que albergaba mil 600 locales en los que se comercializaban productos de origen asiático, fue cerrada por los propietarios del inmueble luego de que las autoridades presentaran una denuncia para aplicar la extinción de dominio al sitio, donde se decomisó mercancía apócrifa en noviembre.

Asimismo, tras ese operativo, el Instituto de Verificación Administrativa (Invea) colocó sellos de suspensión de actividades, en seguimiento a un proceso iniciado en julio por irregularidades en materia de protección civil, y la fusión irregular de dos predios.

Fue el 12 de diciembre pasado cuando el Invea retiró los sellos, pero el sitio no reanudó operaciones y permanece con letreros que indican que estará cerrado por órdenes de la administración.

Ante la situación, vendedores que tenían sus locales en el lugar manifestaron que hasta la fecha no hay una solución sobre si podrán regresar al inmueble o sobre el sitio al que serían reubicados.

“Diciembre fue una temporada muerta y muchos de nosotros nos quedamos sin dinero, ni para invertir ni poder aprovechar las ventas del 24 de diciembre de Navidad, o del 6 de enero de Reyes”, dijo a Excélsior Alejandro, quien tenía dos locales en dicho inmueble.

Agregó que pese a las manifestaciones realizadas, “seguimos sin saber qué vamos a hacer, cómo mantener nuestra economía”.

Durante un recorrido, un grupo de personas que realizaban la limpieza de la plaza dijeron desconocer si hay una fecha de reapertura.

“No nos han dicho nada, sólo estamos haciendo limpieza”, indicó uno de ellos mientras sacaban bolsas de basura por la zona del estacionamiento, en calle Nezahualcóyotl 120.