Adiós, Vuce. Gracias

Lo trascendente no es la decisión, sino el objetivo y racionalidad detrás de ésta.Terminó el segundo ciclo de Vucetich en Rayados, un periodo sin festejar campeonatos como en su primera etapa, pero con un logro que la directiva del club agradece y reconoce: el gran ...

  • Lo trascendente no es la decisión, sino el objetivo y racionalidad detrás de ésta.

Terminó el segundo ciclo de Vucetich en Rayados, un periodo sin festejar campeonatos como en su primera etapa, pero con un logro que la directiva del club agradece y reconoce: el gran aporte de Vuce a la estabilidad deportiva que necesitaban imperiosamente luego de las crisis mediática e institucional que provocó el errático (todavía, para mí, sorprendente e inexplicable) paso del Vasco Aguirre por el equipo. Durante la gestión de Víctor, por los buenos resultados en fase regular, aunados al cambio institucional en las estrategias de fanengagement, se reenganchó emocionalmente al público luego de un periodo donde los esfuerzos que realizaba la entidad parecían no tener eco con su gente.

La decisión de cortar a Vucetich no habrá sido fácil. Nadie más que los que están en el día a día de las instituciones pueden valorar con legitimidad las variables que envuelven determinaciones de este calibre.

Aquí lo trascendente no es la decisión en sí, sino el objetivo y la racionalidad detrás de la misma. Conociendo el perfil del club, seguro no fue consecuencia de la calentura por quedar eliminados con su acérrimo rival. Rayados siempre se destacó por actuar con “estabilidad emocional” corporativa. Lo cierto es que hace meses trazaron una nueva hoja de ruta deportiva que contempla un modelo de juego que no coincide con la filosofía del histórico entrenador.

La medida tomada por Rayados será juzgada por los resultados inmediatos: positivos o negativos probablemente intoxicarán el juicio público, pero en el club deben tener claro que embarcarse en una estrategia deportiva ambiciosa como la que están acometiendo lleva implícita la dificultad de atravesar un inexorable periodo de prueba y error. El proyecto debe acompañar y potenciar al Tano Ortiz y su cuerpo técnico, pero no apalancarse en el nuevo entrenador, sino en la evolución hacia un modelo de juego identificable que embone con el contexto integral del club.

Absolutamente nadie asegura los resultados. Ni Pep, ni el propio Vuce repetirían inmediatamente la hazaña de los 40 puntos, que fue un hecho extraordinario en el cual Víctor tuvo muchísimo mérito, pero si el club está convencido de un nuevo camino, llega un punto en que hay que tener la valentía de dar el paso. ¿Es ahora? ¿Convendría esperar seis meses? En el futbol los momentos ideales no existen. Con Vuce, quitarse el sombrero por su historia, y al club reconocerle la ambición de aspirar a la grandeza tomando una decisión valiente en busca de su evolución.

Temas: