Nueva página
Uno de los primeros recuerdos que tengo como aficionado al deporte, es la Serie Mundial de 1981. Aquel Clásico de Otoño cerró una campaña de Grandes Ligas que parecía que no se disputaría completa, debido a una huelga de jugadores que estalló luego de poco más de ...
Uno de los primeros recuerdos que tengo como aficionado al deporte, es la Serie Mundial de 1981. Aquel Clásico de Otoño cerró una campaña de Grandes Ligas que parecía que no se disputaría completa, debido a una huelga de jugadores que estalló luego de poco más de ocho semanas de haber iniciado y duró casi dos meses, obligando a una modificación al formato de la competencia. En medio de todo eso, surgió la figura de un joven lanzador sonorense que no sólo se convirtió en la estrella de la temporada, sino además desató un fenómeno que ayudó a salvar al beisbol, y propició que la comunidad latina de Los Ángeles, principalmente, la mexicana por primera vez se sintiera orgullosa de los Dodgers, me refiero a Fernando Valenzuela.
Aquella campaña tuvo unos playoffs con más equipos calificados, para compensar los casi 50 días que se perdieron tras el paro de los jugadores. Durante esa larga postemporada, El Toro maravilló con sus actuaciones, guiando a su equipo a ganar el banderín de la Liga Nacional con una legendaria actuación en la gélida Montreal, dominando a los Expos en el juego 5 de la serie de campeonato. Ese triunfo dejó la mesa servida para que Valenzuela se luciera en el tercer juego de la Serie Mundial, en el que los Dodgers ganaron gracias a un juego completo del oriundo de Etchohuaquila, y a la postre ganarían también los siguientes tres duelos ante los Yankees de Nueva York, para obtener así el quinto título en la historia de la franquicia.
Tengo grandes recuerdos, ya que desde pequeño soy muy aficionado a los deportes, principalmente, gracias a la influencia de mi papá. Esa pasión por el beisbol fue contagiosa, nunca olvidaré las charlas sobre aquellos legendarios duelos entre Yankees contra Dodgers, y sobre las estrellas que engalanaban sus rosters, marcando una época dorada.
Previo a la Serie Mundial del 81, se habían enfrentado en diez ocasiones, con ocho triunfos para Nueva York, por sólo dos de los angelinos. La rivalidad comenzó como enemigos citadinos, cuando los Dodgers jugaban en Brooklyn, pero ni el cambio de costa y los kilómetros de distancia mitigaron en odio deportivo. Nadie habría imaginado que ese duelo entre NY y Los Ángeles habría sido el último entre los añejos rivales durante 43 años.
Ahora, tras más de cuatro décadas se vuelven a enfrentar, en una serie soñado por millones de aficionados. Los ingredientes están sobre la mesa para un enfrentamiento memorable, porque no sólo se trata de la historia que llevan consigo, si vemos sus respectivos rosters, ambas franquicias cuentan con algunos de los mejores peloteros de la actualidad, incluyendo a los dos mejores del mundo: Shohei Ohtani y Aaron Judge. A partir del viernes una nueva página se escribirá, con los Yankees buscando sumar a su ya de por sí impresionante colección de trofeos de campeón, y los Dodgers que quieren que éste sea el inicio de su propia dinastía.
