Metformina vs insulina en la diabetes gestacional: qué dice la ciencia

La diabetes gestacional requiere control médico; insulina y metformina ayudan a regular la glucosa y reducen riesgos para madre y bebé.

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¿En la diabetes gestacional se usa metformina o insulina? Foto: Inteligencia Artificial.

La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que aparece durante el embarazo, generalmente entre las semanas 24 y 28. Aunque muchas mujeres logran controlar la glucosa con dieta y ejercicio, un porcentaje requiere tratamiento farmacológico

La insulina ha sido el estándar de tratamiento, mientras que la metformina emerge como una alternativa oral que ha mostrado eficacia comparable en diversos estudios.

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¿En la diabetes gestacional se usa metformina o insulina? Foto: Canva.

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¿Qué es la diabetes gestacional y por qué puede requerir tratamiento farmacológico?

La diabetes gestacional es una forma temporal de diabetes que aparece durante el embarazo, generalmente entre las semanas 24 y 28 de gestación, según la Organización Reproducción Asistida.

Esta condición ocurre cuando las hormonas propias del embarazo interfieren con la acción de la insulina, provocando que los niveles de glucosa en sangre se eleven por encima de lo normal.

Aunque suele desaparecer tras el parto, la diabetes gestacional requiere un control cuidadoso, ya que puede causar complicaciones tanto en la madre como en el bebé.

Entre ellas se incluyen un mayor riesgo de parto prematuro, macrosomía (bebé con exceso de peso) e incluso la posibilidad de desarrollar diabetes tipo 2 años después del embarazo.

El tratamiento depende de la severidad de la alteración metabólica. En algunos casos basta con ajustes en la dieta y actividad física, pero cuando los niveles de glucosa no se estabilizan, es necesario recurrir a un tratamiento farmacológico.

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¿En la diabetes gestacional se usa metformina o insulina? Foto: Canva.

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¿Por qué la insulina sigue siendo el “estándar de oro” en la diabetes gestacional?

Tras el diagnóstico de diabetes gestacional (DG), los objetivos de control glucémico deben situarse, de acuerdo con la Secretaría de Salud de México y la American Diabetes Association (ADA), en 95 mg/dL en ayuno y 140 mg/dL una hora después de comer.

El primer paso terapéutico incluye una dieta equilibrada y ejercicio regular adaptado al embarazo. Sin embargo, entre un 30 % y un 40 % de las mujeres no logran controlar la glucosa únicamente con estas medidas y necesitan un tratamiento adicional.

En estos casos, la insulina sigue siendo el tratamiento de elección, conforme a las guías clínicas internacionales. Su uso es temporal y suele suspenderse después del parto.

No obstante, su aplicación puede generar inquietud en las madres, especialmente por tratarse de un fármaco inyectable y por el riesgo de hipoglucemias (bajadas de azúcar).

Por ello, es fundamental la educación diabetológica: aprender la técnica de inyección, el almacenamiento adecuado del medicamento y reconocer los síntomas de hipoglucemia. Mayo Clinic subraya que un acompañamiento médico constante ayuda a reducir la ansiedad materna y mejora la adherencia al tratamiento.

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¿En la diabetes gestacional se usa metformina o insulina? Foto: Canva.

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Metformina durante el embarazo: ¿una alternativa viable a la insulina?

Desde hace más de una década, la ciencia estudia otras opciones para tratar la diabetes gestacional. Entre ellas, la metformina —un medicamento oral utilizado en la diabetes tipo 2— ha despertado un interés creciente.

Diversos estudios publicados en The New England Journal of Medicine han demostrado que la metformina puede controlar los niveles de glucosa con eficacia comparable a la insulina, sin aumentar el riesgo de hipoglucemias.

Además, las mujeres que la usan tienden a ganar menos peso durante el embarazo y sus bebés presentan menor riesgo de macrosomía (exceso de peso al nacer).

La ventaja de la metformina es su administración oral, lo que la hace más cómoda y menos invasiva que la insulina.

De hecho, muchas mujeres reportan mayor satisfacción y adherencia al tratamiento, según encuestas publicadas en la Revista Española de Diabetes.

No obstante, la metformina no siempre es adecuada para todos los casos. Su efectividad puede variar dependiendo del nivel de resistencia a la insulina y de la respuesta individual de cada paciente.

Por ello, su prescripción debe realizarla exclusivamente el médico especialista en endocrinología o ginecología.

Efectos a largo plazo del uso de metformina en el embarazo

Un estudio publicado por la Sociedad Chilena de Obesidad siguió durante nueve años a los hijos de mujeres tratadas con metformina durante el embarazo.

Los resultados mostraron que los niños presentaban un índice de masa corporal (IMC), composición corporal y grasa hepática similares a los de hijos de madres que recibieron insulina.

Esto sugiere que la metformina es tan segura como la insulina en términos de desarrollo infantil a largo plazo y control glucémico materno.

Sin embargo, los especialistas recomiendan continuar evaluando los posibles efectos metabólicos en la adolescencia y adultez temprana.

¿Qué tratamiento es mejor: metformina o insulina?

La elección del tratamiento depende de múltiples factores: el nivel de glucosa, la respuesta a la dieta, la tolerancia a los medicamentos y la valoración del equipo médico. En general:

  • Insulina: sigue siendo el tratamiento más seguro y eficaz cuando se requiere control estricto.
  • Metformina: puede considerarse en mujeres que no toleran las inyecciones o presentan resistencia moderada, siempre bajo supervisión médica.

Tanto la insulina como la metformina son herramientas válidas en el manejo de la diabetes gestacional, pero deben usarse bajo control médico.

Lo importante es detectar la condición a tiempo, seguir las indicaciones del profesional de salud y mantener hábitos saludables para proteger tanto a la madre como al bebé.

El diagnóstico temprano, la educación y el acompañamiento médico son las claves para un embarazo seguro y sin complicaciones.