Cómo hacer pollo frito coreano como en tus K‑Dramas favoritos

Descubre la receta auténtica del pollo frito coreano: doble fritura, salsa dulce‑picante y ese crujido irresistible que ves en los dramas.

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Cómo hacer pollo frito coreano

Te contamos cómo preparar un pollo frito coreano auténtico, ¡receta estilo K‑Drama! Si eres amante de a gastronomía de Corea del Sur y quieres probar una de sus preparaciones más icónicas, ¡llegaste al lugar correcto!

Cuando ves una escena en un drama coreano en la que los protagonistas comparten un cubo de pollo crujiente con cerveza, sabes que no es cualquier pollo frito: es Korean fried chicken, o más específicamente su variante más popular, Yangnyeom chicken (양념치킨), frito doblemente y cubierto con una salsa dulce‑picante. 

Esta especialidad es tan emblemática en Corea del Sur que existe todo un fenómeno cultural llamado Chimaek —pollo más cerveza—. La clave de su éxito está en el contraste entre un rebozado ultracrujiente y una carne jugosa, junto a una salsa que mezcla especias, dulzor y umami coreano. 

Las recetas tradicionales describen una fritura doble —la primera a temperatura moderada para cocinar la carne, la segunda a temperatura más alta para eliminar humedad y asegurar el crujido—.

En esta receta podrás seguir el paso a paso para replicar el pollo frito coreano auténtico, como lo hacen en las calles asiáticas. Así podrás conocer por qué es un platillo emblemático del street food, ¡y disfrutarlo en casa! 

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Receta de pollo frito coreano. Foto: Canva 

Receta de pollo frito coreano 

Ingredientes:

  • 1 kg de muslos o alitas de pollo, troceados (o mezcla de ambas)
  • 2 cucharadas de vino de arroz (o sake)
  • 1 cucharadita de jengibre rallado
  • Sal y pimienta al gusto
  • 1 ½ tazas de fécula de papa o mezcla de almidón de papa + maicena (más ligera)
  • Aceite vegetal para freír (cantidad suficiente para sumergir)

Para la salsa Yangnyeom:

  • 3 cucharadas de pasta de chile coreano gochujang
  • 2 cucharadas de salsa de soya
  • ¼ taza de miel o azúcar morena (aprox.)
  • 2 cucharadas de catsup 
  • 1 cucharada de aceite de sésamo
  • 2 cucharadas de ajo picado
  • Semillas de sésamo y cebollín picado para decorar

Preparación: 

  1. Lava los trozos de pollo y sécalos bien. Marínalos con el vino de arroz, jengibre, sal y pimienta durante al menos 15‑20 minutos.
  2. Escurre bien el pollo marinado y cúbrelo uniformemente con la fécula, sacudiendo el exceso.
  3. Calienta aceite a aproximadamente 150‑160 °C. Fríe los trozos de pollo por tandas unos 8‑10 minutos hasta que estén cocidos pero sin dorar mucho.
  4. Retira los trozos y déjalos reposar sobre una rejilla o papel absorbente unos minutos para que salga la humedad.
  5. Aumenta la temperatura del aceite a aproximadamente 180‑190 °C y fríe nuevamente los trozos por unos 2‑4 minutos hasta que el exterior esté dorado intenso y ultra‑crujiente.
  6. Mientras tienes el pollo ya casi listo, en una sartén pequeña combina el gochujang, la salsa de soya, miel/azúcar morena, ketchup, ajo picado y aceite de sésamo.
  7. Cocina a fuego medio‑bajo hasta que la mezcla espese ligeramente.
  8. Coloca el pollo recién frito en un bol grande, vierte la salsa y mezcla bien para que cada pieza quede bien cubierta.
  9. Transfiere el pollo frito coreano al plato, espolvorea con semillas de sésamo y cebollín picado. 
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Receta de pollo frito coreano. Foto: Canva 

¿Por qué el pollo frito coreano debe tener doble fritura? 

Al momento de cocinar el pollo frito al estilo coreano, la técnica de freír dos veces marca la diferencia entre un resultado estándar y uno espectacular. 

La primera fritura cocina el interior del pollo y fija el rebozado; mientras que la segunda, a temperatura más alta, elimina la humedad restante y genera ese recubrimiento fino, casi vidriado, que “crackea” al morder.

Este método también permite que el pollo mantenga su textura crujiente incluso al cabo de varias horas de servido, lo cual es una ventaja notable frente a las versiones de pollo frito occidental.

Por ello, aunque requiera un poco más de tiempo y planificación, la doble‑fritura es lo que le da a este pollo ese “factor coreano” que lo hace tan tentador: exterior ultra‑crujiente + interior jugoso.

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Receta de pollo frito coreano. Foto: Canva 

¿Con qué acompañar el pollo frito coreano?

En Corea del Sur, el pollo frito no se come solo: suele ir acompañado de rábanos encurtidos que ayudan a limpiar el paladar entre bocado y bocado. También es muy común vivir la experiencia conocida como chimaek, combinación de “chicken” y “maekju” (cerveza), que representa una salida relajada de noche o para ver deportes.

Para servir en casa al estilo K‑Drama: prepara el pollo en una bandeja bonita, pon un bowl de rábanos encurtidos, vasos de cerveza o bebida fría, y quizá un poco de col o ensalada fresca al lado.

Consejo: consume el pollo inmediatamente tras el glaseado para disfrutar la textura óptima. Si se enfría demasiado, la corteza crujiente puede perder firmeza. Algunas personas también ofrecen la opción “ban‑ban” (반반) —mitad pollo sin salsa, mitad con salsa— para explorar los dos estilos. 

Con estos pasos podrás recrear en casa un pollo frito coreano auténtico, sabroso y digno de escena de K‑Drama.