Malas señales
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Yuriria Sierra
El rebrote llegó a las bolsas de valores del mundo. De este lado del orbe y en Europa se inició la semana con golpes que anuncian que las consecuencias de la primera ola de contagios no alcanzarán un ritmo que indique mejoría. En EU, los índices en Wall Street, el Dow Jones, el Nasdaq y otros más reportaron pérdidas. Ese país, ya en su recta final rumbo a la elección presidencial, lleva ya una semana rompiendo sus propias marcas de contagios diarios: 68 mil. Las declaraciones de Donald Trump, sus autohalagos sobre el manejo de la pandemia y los hechos que los contradicen tajantemente no dan aire de esperanza en un país que se jugará tanto el próximo martes, cuando se defina si el republicano permanecerá otros cuatro años en la Casa Blanca. Qué tanta certidumbre daría a los mercados locales y del resto del mundo si una de las economías más grandes del planeta no logró contener el alcance de la pandemia en su primera ola y reporta, al día de hoy, más de 225 mil muertos y se acerca a los 9 millones de contagios.
Este segundo aire que toma la emergencia sanitaria en el mundo está dibujando escenarios indeseables. Del otro lado del Atlántico, también los mercados sufrieron golpes al iniciar la semana. Las nuevas restricciones en España, Italia y Francia, donde sus ciudadanos regresaron parcialmente al confinamiento (sólo por la noche), no auguran semanas de recuperación. Francia registró 52 mil nuevos casos este domingo. España alertó que su estado de alarma podría extenderse hasta el próximo año. Trabajadores de la salud europeos advierten que es momento de endurecer las medidas, porque de forma parcial y apelando a la coerción será difícil controlar el alza de contagios.
Si bien los proyectos de vacuna dan aliento. Ayer, desde Reino Unido, adelantaron que la de AstraZeneca y Oxford desarrolló inmunidad en adultos mayores y jóvenes, pero aun con el entusiasmo que esto nos genera, las estimaciones más amables nos dicen que no tendremos acceso a algunos de estos fármacos hasta el primer trimestre del año. Mientras tanto, son los gobiernos quienes deberán trazar la ruta que asegure efectos menos devastadores.
El gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, propone una reunión urgente de la Asamblea General de la ONU. El virus ha alcanzado a todos los rincones del planeta, sus consecuencias, también. El combate tendrá que ser integral: “Me sumo a la unidad de América Latina, con una propuesta común podríamos tener el impacto suficiente para cambiar inercias, por nosotros mismos no vamos a lograr la recuperación si no vamos juntos…”, expresó ayer Marcelo Ebrard en la inauguración del periodo de sesiones de la Cepal. Ahí también advirtió que, de no hacerlo, la brecha de desigualdad será mayor.
Esto también tendrían que pensarlo en Palacio Nacional. Junto a las Bolsas de varias partes del mundo, el precio del petróleo también se vino abajo. Al mismo tiempo, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, precisó que la producción nacional de petróleo y gas se ha estabilizado desde el 2019 y adelantó un repunte para terminar el año, sólo que no sabemos en qué criterios basa ese pronóstico.
Estamos en un momento crítico, dice la OMS. No será un cierre de año fácil, alertan los números en los mercados. Debemos ir por una estrategia global si es que deseamos dejar de hablar del virus a mediano plazo.
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