Una relación fraterna y respetuosa: López Obrador y Joe Biden

Desde el ayuntamiento de Valladolid, el pasado sábado 19 de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador habló por teléfono con el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden. La llamada complementó su felicitación epistolar, enviada el martes 14 de diciembre, una vez que el Colegio Electoral de EU emitió su voto sobre el ganador de las elecciones en ese país. De este modo, el presidente López Obrador mostró prudencia y respeto frente al desarrollo de las elecciones en Estados Unidos, al tiempo que alista ya la futura agenda bilateral con Washington.

Como el Presidente expresó, se trató de una conversación fraterna y respetuosa en la que se comenzaron a acercar las distintas propuestas, particularmente en materia migratoria. Estar a favor, tanto de la cooperación para el desarrollo en el sureste de México y norte de Centroamérica, así como en el respeto a los derechos humanos de las personas migrantes son, claramente, visiones de fondo que comparten ambos jefes de Estado. Los proyectos de cooperación para el desarrollo que el entonces vicepresidente Biden encabezó en la región, así como los anunciados durante su campaña presidencial están en sintonía con el Plan de Desarrollo Integral, ya en marcha, esbozado por el presidente López Obrador.

La promoción del desarrollo irá acompañada por la protección de nuestra diáspora en Estados Unidos. En la materia, destaca particularmente el futuro del programa DACA, que da certeza jurídica a más de medio millón de jóvenes mexicanos. El ejemplar trabajo de nuestra red consular, vital para la protección de nuestros paisanos, se profundizará en sus labores en favor de los cientos de miles de dreamers que realizan aportaciones esenciales al sur y al norte del río Bravo.

En la agenda bilateral, como escribía la semana pasada, se avecinan también el robustecimiento de la cooperación en materia sanitaria para hacer frente al covid-19 y el impulso al T-MEC para la recuperación económica norteamericana.

Desde el respeto a nuestras respectivas soberanías y marcos jurídicos, la cooperación bilateral en materia de seguridad no será la excepción. La reciente entrada en vigor de reformas a la Ley de Seguridad Nacional en materia de agentes extranjeros permitirá, con reglas claras, continuar la labor compartida en este rubro. Vale la pena enfatizar algunos de los puntos centrales aprobados: en primer lugar, la redacción de la iniciativa legislativa es un reordenamiento de una serie de leyes y acuerdos previos, particularmente el publicado en julio de 1992, que establece las normas que regulan la estancia temporal de agentes extranjeros que realicen funciones de seguridad y justicia. La iniciativa reagrupa de manera coherente y ordenada el marco jurídico mexicano que se relaciona con los distintos mecanismos de cooperación bilateral. Asimismo, establece lineamientos para la actuación de nuestros servidores públicos.

En segundo lugar, vale la pena enfatizar que la iniciativa legislativa respeta a cabalidad la plena inmunidad para los agentes extranjeros en los términos de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, diferente a la inmunidad limitada que corresponde a los funcionarios consulares. Por último, el gobierno de México continuará con los canales de diálogo establecidos tanto con el Departamento de Justicia como con la Embajada de Estados Unidos en México para escuchar y atender las preocupaciones específicas que han planteado con respecto a la implementación de este nuevo ordenamiento, por ejemplo, sobre las garantías a la confidencialidad de cierta información de investigaciones en curso.

Mediante el diálogo constructivo y con respeto a la ley, estoy seguro de que llegaremos a un acuerdo que sea funcional para todas las partes. El objetivo es el mismo: avanzar en favor de una región más segura, desde el respeto a nuestros marcos jurídicos, al derecho internacional y a nuestras soberanías. Enfrentar de manera exitosa al crimen transnacional requiere confianza, trabajo en equipo y reglas claras. Es precisamente eso lo que hemos puesto sobre la mesa.

*Director general para América del Norte y encargado de despacho de las atribuciones contenidas en los artículos 8 y 9 del Reglamento Interior de la SRE