Tepito, el barrio de guerreros

El barrio bravo de Tepito está ubicado dentro de la colonia Morelos, en la alcaldía Cuauhtémoc, deriva del náhuatl: teocal-tepiton, que significa “pequeño templo".

En la guerra de colonización, fue un bastión de resistencia mexica contra los españoles. En la derrota, el lugar fue controlado por indígenas tlatelolcas, y desde entonces se convirtió en una de las regiones más marginales de la Ciudad de México.

A finales del siglo XVII, la mayoría de sus habitantes eran carpinteros, obreros, albañiles y campesinos. Tepito comenzó a crear vecindades, como en el centro histórico, lo cual provocó que atrajera a población de muchas partes del país, y para la década de los 50, el comercio popular (informal) fue la constante, lo que hizo forjar un gran carácter a sus habitantes, quienes sufrieron ancestralmente la persecución de los gobernantes ante el creciente comercio callejero; dejaron de ser vendedores de calzado de forma exclusiva para dedicarse a vender todo tipo de mercancías, desde electrodomésticos hasta ropa y demás, y se convirtió en el epicentro comercial popular de la Ciudad de México.

Tepito es cultura, ha exportado la cultura de la cumbia sonidera, referencias de acciones populares, películas, así como artistas como El Santo y Paquita la del Barrio. También conocido como el barrio bravo, tiene principalmente una historia de lucha permanente, donde la estigmatización ha sido motivo de la resistencia por la conservación de su identidad.

Es motivo de reflexión la enorme afluencia de visitantes que de manera masiva acuden a esta enorme zona comercial, donde mensualmente se reciben 360 mil personas, los 7 días de la semana, intensificándose primordialmente sábados y domingos; los mercados que circundan la zona como el que está especializado en la venta de calzado que es el de Granaditas, la Lagunilla, el de San Juan, que abarca cuatro mercados de distintas mercancías, el mercado Abelardo L. Rodríguez, Garibaldi, y el mercado de Mixcalco, hacen de todo el entorno un mosaico único donde se entrelazan historias de migración, delincuencia, drogadicción, arte, cultura, gastronomía y, de manera mayoritaria, la gran vida familiar de miles de personas que viven ahí.

El trabajo que realizan los hermanos Rubén y Antonio Galán para dignificar el trabajo de los miles de comerciantes y clientes va desde la construcción de una gran nave industrial techada, donde el gran mérito es de todas y todos los comerciantes, tanto en lo material como la mano de obra, donde se ha equipado con cámaras de vigilancia y seguridad, ha hecho cada vez más exitosa la llegada del turismo comercial, así como de comerciantes de todo el país que se abastecen de mercancías para distribuirlas en todos los mercados populares del país.

“¡Tepito bufa!", un mantra que repiten los lugareños como grito de lucha que hace honor a ese barrio bravo que no se vence y que abraza a quienes consuetudinariamente vamos para enaltecer todas las virtudes extraordinarias de su pueblo. Más allá de la foto, Tepito es sinónimo de oportunidades, donde se demuestra que comunitariamente cualquier región de nuestra ciudad puede desarrollarse, a pesar de sus gobernantes, quienes incluso a veces estorban.