¿Bando 2 nacional?

El primer acto importante de Andrés Manuel López Obrador cuando fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México fue emitir el Bando 2. Fue un acto de gobierno realizado sin consultar a ciudadanos ni a legisladores y liberó los usos de suelo y flexibilizó las regulaciones que regían las construcciones en la ciudad, eliminando la planificación urbana de largo plazo.

Ahí empezó el boom inmobiliario que persiste hasta la fecha, ahora cobijado por una maraña de bandos, normas, sistemas y polígonos que dan forma legal a infinidad de abusos por parte de desarrolladores que encontraron una mina de oro en la gentrificación (elitización) social.

Hoy Claudia Sheinbaum ofrece ordenar el desarrollo urbano de la ciudad, habiendo sido, junto con AMLO, la promotora del mismo desorden que promete resolver. Existen claros indicios de que AMLO piensa hacer lo mismo que hizo en la ciudad, pero ahora a nivel nacional. Un claro ejemplo lo vemos en el trazo planteado para el Tren Maya. Ese trazo que dice el Presidente electo que va a seguir la ruta del tren, pasa por zonas donde está, estrictamente, prohibido por razones de usos de suelo: es zona de reserva ecológica. ¿Qué dice en respuesta a las críticas al trazo planteado? Que son intereses políticos, no de ecologistas, los que se oponen, y que él no se va a dejar amedrentar. Pero es un tema de legalidad, no de intereses. Sin embargo, el Presidente electo, apresurado, afirma que no le importa, y que el tren se hará. Y punto.

Por otro lado, el Presidente electo se reunió con gobernadores para elaborar un plan para iniciar la regularización territorial de todos los predios del país, muchos de los cuales no cuentan con documentación que compruebe su pertenencia. Algunos lo toman como un esfuerzo por incrementar los ingresos fiscales por cobro predial. Pero otros, más astutos, lo ven como un mapa para detectar dónde hay propiedades sin definición jurídica y susceptibles a ser expropiadores como “bien público” o para ser entregados a desarrolladores para expandir sus negocios en zonas aún no conocidas. Ese mapa valdrá oro para quienes hacen de la urbanización un negocio.

Siendo harto conocida la disposición de AMLO a abrir puertas a los desarrolladores urbanos para la especulación, estos dos ejemplos —el tren Maya y el mapa nacional de predios accesibles—son indicadores claros de que un acto del gobierno próximo será la emisión de una lógica parecida al Bando 2, pero a nivel nacional.

El error central de la lógica financiera especuladora de AMLO ha sido que sacrifica la planificación territorial de largo plazo en aras de los intereses de corto plazo de especuladores a través de usos de suelo, siempre buscando incrementar el retorno sobre la inversión inicial a niveles, verdaderamente, escandalosos.

La flexibilización de las normas que regulan la industria de la construcción y la liberación de los usos de suelo son conceptos que, evidentemente, se van a trasladar al ámbito nacional. La Ciudad de México fue el campo de experimentación; ahora viene lo grande. Viene el asalto a las normas medioambientales y de racionalidad territorial para dar pie a nuevos negocios en todo el país.

Lo que iniciaron en la Ciudad de México lo llevarán a todo el país. Viene una reforma parecida a la llevada a cabo en los ochenta en el mundo: una revolución sí, pero neoliberal.

@rpascoep