Reflexiones de fin de año II
Se acaba un año más, un año en el que ocurrieron hechos impensables, en el que mucho de lo que habíamos conocido en la escuela, en la universidad y en la vida política de México cambió, se modificó o simplemente desapareció. Un año en que la verdad fue mentira, la ...
Se acaba un año más, un año en el que ocurrieron hechos impensables, en el que mucho de lo que habíamos conocido en la escuela, en la universidad y en la vida política de México cambió, se modificó o simplemente desapareció. Un año en que la verdad fue mentira, la honestidad fue corrupción, la comunicación fue secrecía, la investigación fue silencio, la confianza fue amenaza y la vida fue muerte. Un año en el que se crearon muchas expectativas sobre el futuro, que fueron silenciadas con las más bochornosas técnicas políticas. Un año en que alzaron la voz muchos mexicanos libres, sólo para ser vituperados, traicionados, insultados, amenazados, silenciados o muertos.
2024 será considerado como el año en el que México perdió la brújula, lo que no sucedió por azar, sino por designio expreso de quien –como chivo en cristalería– se propuso aniquilar todo lo que los mexicanos habíamos construido a lo largo de decenios; porque queríamos vivir mejor, vivir en libertad, tener salud, educación, progreso, etcétera y la Presidencia hizo exactamente lo contrario de lo que prometió cuando tomó posesión del más importante cargo del país.
No tiene sentido volver a enumerar las decisiones erróneas, los decretos infames, las secrecías y ocultamiento de datos, las gastos inútiles y onerosos, los proyectos faraónicos e inútiles, la cancelación de programas, la aniquilación de la salud, la educación, la economía y las relaciones internacionales.
La señora Presidenta se ha dedicado a obedecer puntualmente las órdenes de quien ya no está, y su actuación en una mala copia de la anterior. Lo que natura non da, Salamanca non lo presta, dice el refrán, quiere “indigenizar” al país todos los días, ignorando que millones no somos indígenas, y le quitó los colores a la bandera de las mañaneras, así todo es gris en el salón Tesorería.
Hace unos días, con motivo del diferendo sobre el uso del maíz transgénico, cuyo uso está autorizado en todo el mundo, la señora Sheinbaum decidió oponerse, y cuando un laudo internacional ratificó la inocuidad de ese maíz, ella informó que la “daría la vuelta” al decreto para poder prohibir su cultivo y uso en México.
“Darle la vuelta”, hermosa decisión; así, Morena le “dio la vuelta” a las elecciones y cometió fraudes en el conteo y publicación de resultados, le “dio la vuelta” a la sobrerrepresentación en las cámaras y tiene mayoría, le “dio la vuelta” a los informes y calla las pérdidas de Pemex, el monto del huachicol, a las carencias del AIFA, a la muerte de Dos Bocas y el saqueo al Infonavit, a la estructura y función del INE, finalmente, “se le dio la vuelta” y ya no existen el Coneval, la CRE, el Inai, la CNH, la Cofece, Mejoredu e IFT, y se ocultan el cúmulo de denuncias contra el que ya se fue; vivimos en el limbo informativo, tan cerrado como jamás.
Termina el año y no queremos una segunda versión del fracaso, por lo que, en lugar de enumerar más tragedias, vale la pena proponer soluciones y pensar cómo podremos actuar. Somos muchos, pero estamos revueltos, ideas surgen por todos lados, pero no se concretan, los partidos políticos están en Babia, por lo que los diversos grupos interesados debemos unirnos para establecer principios y propuestas reales.
Tenemos que luchar contra el secretismo, denunciarlo una y otra vez, luchar contra los infames abusos parlamentarios, unirnos para expresar nuestro descontento, nuestra ira, proponer soluciones reales.
Yo creo en México, si pudimos contra caudillismos y dictaduras de otras épocas, podremos también ahora, con el uso de las redes para comunicarnos y aumentar nuestra fuerza política; podemos denunciar una y otra vez las mentiras de los corifeos de la 4T que envenenan la mente de los ciudadanos, así podrán tener más eco nacional las denuncias de grupos aislados, profesores e investigadores, médicos y parientes de desaparecidos.
Queremos un México mejor, digno, liberal, productivo y feliz, tanto en lo personal como en lo colectivo; deseo para usted, estimado lector y todos los que usted ama, un 2025 lleno de salud, bienestar, armonía y felicidad.
Vinimos a este mundo sólo para ser felices, no permitiremos que una jauría de mentecatos, incapaces y corruptos nos roben el placer de vivir.
