El pie de atleta no es contagioso
MITO El pie de atleta no es contagioso. El pie de atleta es un término que engloba todas aquellas infecciones que aparecen afectando el pie en situaciones de maceración y oclusión; el nombre deriva de que, clásicamente, se ha considerado que sucedía en deportistas, ...
MITO
El pie de atleta no es contagioso.
El pie de atleta es un término que engloba todas aquellas infecciones que aparecen afectando el pie en situaciones de maceración y oclusión; el nombre deriva de que, clásicamente, se ha considerado que sucedía en deportistas, pues usaban calzado poco transpirable durante horas y experimentaban hipersudoración por el ejercicio.
Como se trata de un asunto personal, hay la creencia de que no es contagioso.
CONSECUENCIA
Aunque parece irrelevante, el pie de atleta se propaga en ambientes húmedos, como las regaderas públicas o los alrededores de las piscinas; el baño también podría causar esta infección, por lo que es importante cuidar muy bien los pies.
Pero el asunto no es tan sencillo, porque, al menos, seis de cada diez mexicanos sufren de pie de atleta, siendo una de las infecciones por hongos más frecuente, informó la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD), mientras que, a nivel mundial, el diez por ciento de la población lo padece.
REALIDAD
Trichophyton rubrum es un hongo dermatofito que afecta al ser humano. Es la causa más frecuente de enfermedades de la piel, como el pie de atleta, tinea cruris y tiña. Este hongo se descubrió por primera vez por Malmsten en 1845. El crecimiento de las colonias de Trichophyton es de lento a moderadamente rápido. Otros hongos similares son Trichophyton rubrum, Trichophyton interdigitale, Trichophyton mentagrophytes y Trichophyton floccosum, que se caracterizan porque se nutren de la queratina de la piel.
Entre los factores que estimulan esta infección superficial de la piel está el uso prolongado de calzado cerrado, como tenis o botas, y que, por lo regular, son de plástico, además de la ausencia de hábitos de higiene, como secar bien entre los dedos de los pies después del baño.
Esta infección se localiza en los espacios interdigitales (entre los dedos), en la planta de los pies y en los bordes de las extremidades, y entre sus síntomas se observa descamación, enrojecimiento, fisuras, grietas, en algunas ocasiones aparecen callos por el engrosamiento de varias capas de la piel y puede existir mal olor y prurito (comezón). El pie de atleta se puede presentar en cualquier individuo, sin importar su condición económica o social, aunque es más frecuente en adolescentes y adultos que usan zapatos cerrados para su actividad deportiva.
El tratamiento inicial consta de antimicóticos (clotrimazol, miconazol o tolnaftato, bifonazol) por vía tópica; debe aplicarse en ambos pies, aunque sólo uno presente infección. Es recomendable seguir el tratamiento hasta dos semanas después de que hayan desaparecido los síntomas, para evitar que haya una recidiva.
