El Tren Maya como proyecto de gerencia política
Gabriela López Gómez* El autor francés Jacques Duranton identifica tres retos que todo gobernante debe superar para tener éxito en la gestión de gobierno: 1 gestionar el proyecto común, 2 aportar respuestas a los grupos de presión y, 3 conducir el proyecto para el ...
Gabriela López Gómez*
El autor francés Jacques Duranton identifica tres retos que todo gobernante debe superar para tener éxito en la gestión de gobierno: 1) gestionar el proyecto común, 2) aportar respuestas a los grupos de presión y, 3) conducir el proyecto para el territorio.
El proyecto del Tren Maya cumple con estos tres retos: ser un proyecto de visión, gestión y comunicación.
Es un proyecto de visión, pues es el primero en años que pretende integrar el desarrollo turístico, social, económico y social de una región. En los casos de Yucatán y Quintana Roo, por ejemplo, el crecimiento se ha concentrado en los centros urbanos y ha dejado al margen a las comunidades.
A pesar de que cada año llegan 17 millones de turistas a la zona, el 83% limita su estancia a Cancún y la Riviera Maya, por lo que la derrama económica se queda en zonas hoteleras, restaurantes y negocios propiedad de extranjeros. Esto, a pesar de que la zona sur-sureste cuenta con una extensa oferta de atractivos turísticos, como playas, zonas arqueológicas, cenotes, ríos subterráneos y pueblos mágicos, entre otros, porque no gozan con la conectividad necesaria para llegar a ellos.
En mis conversaciones con habitantes de las comunidades de estos centros poblacionales he encontrado frustración y pesimismo, pues mencionan que ven pasar frente a sus ojos las oportunidades laborales, la economía y los beneficios de ambas ciudades. Además, ni siquiera tienen paradas para que puedan subirse a esas oportunidades.
La falta de conectividad ha limitado la integración de las comunidades locales, el acceso de los habitantes a empleos mejor remunerados, la consolidación de cadenas productivas y la creación de oportunidades para los negocios locales para expandir sus mercados.
El nuevo recorrido cambiará esta realidad, pues permitirá consolidar la conectividad entre Cancún y Mérida, reduciendo el recorrido en aproximadamente 46% el tiempo de viaje de las personas que lo utilicen. Así, el recorrido de la Riviera Maya a atractivos como Chichén Itzá se disminuirá en 40 minutos, aproximadamente. Por otro lado, el Tren Maya será capaz de transportar mercancías a una velocidad 72% superior que las vías actuales.
Adicionalmente, según un estudio del Programa de la ONU para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat), realizado en 2020, el tren sacará de la pobreza a 1.1 millones de personas en el sur del país. Será el primer proyecto de infraestructura que realmente tendrá un impacto en la realidad económica de toda una región.
Un cambio que se producirá no a través de programas de transferencias directas, como las que impulsa el presidente López Obrador, sino que vendrá por las oportunidades laborales, comercio y conectividad.
El reto de gestionar el proyecto común se cumple porque el proyecto ha demandado una alineación de los dos pilares de la gestión gubernamental: plan de gobierno y presupuesto. Según el presupuesto 2022, el Tren Maya es la obra de transporte que más recursos demandará.
Los trenes y el equipo que necesitan para operar requieren una inversión considerable, y han sido clave para el desarrollo de países como China, Japón e India. Es por eso que estos países continúan mejorando su transporte ferroviario para brindar a su población acceso a diversos servicios.
Y, finalmente, es un proyecto que aportará respuestas a los grupos de presión. Aunque son mucho más resonantes las voces de quienes ven los daños ambientales de la zona, la realidad es que una red ferroviaria moderna ofrece una alternativa al automóvil y, de acuerdo a estudios académicos, es de dos a cinco veces más eficiente que otras formas de transporte y produce menores niveles de CO2. Más aún, la contribución del tren para combatir la pobreza y carencias de los pueblos beneficiados debieran considerarse como llamados urgentes y más resonantes aún.
El proyecto del tren está alineado a la visión e ideología del presidente Andrés Manuel López Obrador y será el primer gran proyecto de transformación para la zona sur, en sexenios.
Y tan sólo por esto último, hay que apoyarlo.
*Senadora de la República
por el estado de Quintana Roo
