El Infonavit y la reforma al sistema de pensiones
• La reforma propuesta puede discutirse bajo tres aspectos con los que generalmente se evalúanlos sistemas de pensiones. Un sistema de pensiones debe fortalecer la cobertura (lograr ofrecer beneficios para mayor porcentaje de la población), la suficiencia (lograr que las pensiones sean de mayores niveles, suficientes para reemplazar adecuadamente los salarios durante la vida laboral) y la solvencia (cuidar el equilibrio del financiamiento de corto y largo plazos para no imponer carga fiscal futura insostenible).• Hay datos bien identificados sobre el caso mexicano (Aspen, BID, Consar, OCDE) sobre la Cobertura-Suficiencia-Solvencia de nuestro sistema, y con base en esto puede decirse que la aprobación de la propuesta implicaría ganancias relevantes en los ámbitos de cobertura y de suficiencia.
Por Óscar Vela Treviño
Subdirector de Planeación Financiera y Fiscalización del Infonavit
La semana pasada se anunció que en breve será presentada al Congreso una reforma que busca fortalecer el sistema de pensiones de nuestro país. Aunque a primera vista la propuesta muestra elementos favorables y técnicamente sólidos, es pertinente discutirla en el contexto amplio de la seguridad social.
La reforma propuesta puede discutirse bajo tres aspectos con los que generalmente se evalúan los sistemas de pensiones. Un sistema de pensiones debe fortalecer la cobertura (lograr ofrecer beneficios para mayor porcentaje de la población), la suficiencia (lograr que las pensiones sean de mayores niveles, suficientes para reemplazar adecuadamente los salarios durante la vida laboral) y la solvencia (cuidar el equilibrio del financiamiento de corto y largo plazos para no imponer carga fiscal futura insostenible).
Hay datos bien identificados sobre el caso mexicano (Aspen, BID, Consar, OCDE) sobre la Cobertura-Suficiencia-Solvencia de nuestro sistema, y con base en esto puede decirse que la aprobación de la propuesta implicaría ganancias relevantes en los ámbitos de cobertura y de suficiencia. Específicamente, recordemos que bajo parámetros actuales, se ha estimado que el acceso a pensión para la Generación Afore podía ser de menos de 25% de la población cotizante. Así que la propuesta de reducción del requisito mínimo para obtener un beneficio de pensión, que pasa de 1,250 semanas cotizadas (24 años), a 750 semanas, generará el acceso a pensión a millones de mexicanos que tienen vidas laborales fragmentadas entre el sector formal e informal.
Con respecto a la suficiencia, también puede establecerse que el aumento propuesto de la tasa de contribución obligatoria (del 6.5 al 15% del salario base de cotización) generará un incremento significativo en las tasas de reemplazo. En particular, las personas que ganan arriba de 4 UMAS, podrán aumentar al doble este indicador. Los aspectos de solvencia son relativamente más complejos de diagnosticar y dependen de algunos supuestos, pero destaca lo siguiente: el aumento en contribuciones obligatorias se da para todos los trabajadores mediante un incremento de la cuota patronal, no del gobierno.
Además, se redistribuye la cuota social (contribución a cargo del gobierno) para hacerla más focalizada en trabajadores de menores ingresos. Esta combinación (más ahorro de todos y más subsidio a personas de menores ingresos) puede tener un beneficio en solvencia de largo plazo porque el mayor nivel de ahorro podrá financiar no sólo las pensiones privadas, sino también contribuirá para pagar las pensiones a cargo del gobierno. El hecho de que, como se ha señalado, el aumento en cuotas sea gradual y diferido en el tiempo, atempera mucho la distorsión del mercado laboral y permite a las empresas hacer el ajuste de forma paulatina.
Finalmente, algo de lo que siempre se habla de forma somera, pero de lo que pocas veces se ha discutido con mayor profundidad, es buscar que los cambios propuestos hoy y hacia adelante logren que las personas en México cuenten con un sistema amplio y diversificado de ahorro para el retiro. Esto es, contar con un sistema que fortalezca todo el patrimonio de las y los trabajadores, considerando la totalidad del sistema de seguridad social: dicho patrimonio está compuesto de ahorro para el retiro y vivienda. Si con la reforma propuesta el ahorro financiero en las afores alcanzará el 15% del salario, entonces el conjunto completo de ahorro mensual patrimonial será de 20%, porque el ahorro para vivienda, de acuerdo a la ley, se invierte en el Infonavit y también capitaliza para el largo plazo. Este esquema permite una acumulación patrimonial que queda diversificada, y que, conforme al diseño de la seguridad social de México, permite, además, el acceso a vivienda para millones de familias que el sector financiero hipotecario tradicional no atiende porque el mercado, a pesar de su sofisticación, no ha resuelto dar servicio a este sector de la población.
En las distintas discusiones y oportunidades recientes que se han tenido para analizar las características de esta reforma se ha resaltado la importancia de contar con un sistema que reconozca la complementariedad del ahorro patrimonial de largo plazo. Si este 20% de ahorro total queda por construcción institucional diversificado, tres cuartas partes del portafolio queda creciendo bajo la administración de fondos regulados para el retiro y supervisados por la Consar y una cuarta parte es manejado por el Infonavit, y supervisado por la CNBV. Se cuenta entonces con una estructura que permite el financiamiento a la vivienda de millones, inyectando de vigor y estabilidad al sector hipotecario nacional y contribuyendo al patrimonio de largo plazo de las personas (por ley, el Infonavit debe dar un rendimiento mínimo garantizado al ahorro de los trabajadores).
Pero hay que subrayar que este enfoque funciona solamente si existe absoluta transparencia entre los sistemas, sana regulación acorde a objetivos y una supervisión eficaz sobre todos los aspectos financieros del sistema conjunto. Si esto se cumple, la composición actual de ahorro fortalecido para pensión (afores) y ahorro para vivienda y largo plazo (Infonavit) no requiere redistribuciones paramétricas entre sí, porque los recursos ya se complementan. Sólo hay que garantizar que la complementariedad sea efectiva, lo que no siempre se ha dado. He tenido la oportunidad de analizar esta problemática desde distintos ángulos y circunstancias, y es relevante mantener una discusión completa y abierta sobre estos temas y recientemente, desde el Infonavit, se ha promovido esta discusión.
En suma, se necesita que, con la reforma, el cobro de comisiones en las afores, en efecto, baje significativamente, como se ha propuesto (con mecanismos regulatorios y basados en justificaciones técnicas). También es necesario que la transparencia y eficiencia en las inversiones que hace el Infonavit se institucionalicen de forma permanente, como se ha trabajado y demostrado con políticas puntuales en la presente administración de los recursos de vivienda (transparencia en el reconocimiento de morosidad en el portafolio, creación del área independiente de inversiones, cambios al estatuto orgánico para mejoras de gobierno corporativo, fortalecimiento de un verdadero código de ética, nueva política de compras, reducción significativa en el gasto operativo). Si los recursos de la seguridad social se administran respetando puntualmente sus objetivos, bajo esta premisa y con la reforma propuesta, se tendrá un sistema fortalecido, donde uno de cada cinco pesos ganados al mes será destinado a incrementar el patrimonio de largo plazo de las personas: un beneficio real y tangible para nuestra sociedad.
