​​Asumiendo el reto

El PRD ha aprendido de sus errores, y ello se refleja en la recuperación de la confianza de la ciudadanía expresada en las urnas.

Por Leonel Luna Estrada*

En los comicios del 5 de junio para la integración de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, el Partido de la Revolución Democrática logró una recuperación respecto de la elección anterior, al ganar once distritos electorales locales contra diez de 2015 y, en cuanto a distritos federales, obtuvo el triunfo en 12 frente a los diez que ganó el año pasado.

Incluso, en algunos distritos aumentó la votación comparada con 2015, tal es el caso del 16 de la delegación Álvaro Obregón, en el que tuvo 8 mil 113 sufragios más; o el seis de Gustavo A. Madero, donde logró 6 mil 953 votos más. Ese año también recuperó la ventaja en el distrito 17 y, de cara al abstencionismo que se registró en la reciente contienda, mientras el partido Morena perdió 142 mil 946 votos, el PRD 89 mil 407.

Lo anterior demuestra que el PRD ha aprendido de sus errores y que ello se refleja en la recuperación de la confianza de la ciudadanía expresada en las urnas.

Ahora, el reto que tenemos como fuerza política es seguir trabajando de la mano de los habitantes de la Ciudad de México y consolidarnos como el partido de la verdadera izquierda que representamos, pero debemos hacerlo con seriedad y responsabilidad.

Después de las elecciones de 2015, nuestro partido en la Ciudad de México inició un proceso de replanteamiento paulatino, con objetivos a corto, mediano y largo plazo, el cual incluye una reingeniería en sus estructuras, principalmente en los comités delegacionales y, por supuesto, en su dirigencia local.

Este proceso implica seguir fomentando el acercamiento con la ciudadanía, generar mayor sinergia con todos los sectores de la población; trabajar con las mujeres y los hombres que hacen de la capital mexicana uno de los principales motores que impulsan el desarrollo del país.

Necesitamos, y así lo estamos haciendo, promover y concretar propuestas legislativas progresistas y de beneficio colectivo; gobiernos con una visión de izquierda, que tengan como fin único y supremo el interés ciudadano.

Es cierto que este proceso puede ser lento y paulatino, pero siempre con metas claras. Estamos asumiendo el reto, con mayor fuerza y vigor que en cualquier otro momento de la historia partidaria.

En este contexto, urge la renovación de la dirigencia nacional y, para ello, es pertinente e impostergable la salida de Agustín Basave.

*Presidente de la Comisión de Gobierno de la  Asamblea Legislativa del Distrito Federal y coordinador parlamentario del

Partido de la Revolución Democrática

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