Una Asamblea Constituyente anticlimática y excluyente
Un esfuerzo titánico se esfumó por los obstáculos que indebidamente impusieron los partidos.
Regresando a la Asamblea ecléctica, donde los orígenes de los constituyentes serán distintos, unos electos y otros indebidamente designados, está claro que llegarán pocos independientes, más los que lograron colarse como externos a las cerradas listas de los partidos políticos, lo cual no es una buena noticia, ya que lo que necesita la capital son ciudadanos que participen más allá de las urnas, que asuman su liderazgo colectivo para acabar con las complicidades, ineficiencia, corrupción, impunidad, abusos y privilegios.
El pacto de impunidad que han tolerado o auspiciado los partidos políticos y sus gobiernos sólo podrá socavarse con una nutrida sociedad civil exigente y actuante, que ejerza sus derechos y haga valer el derechos de los demás. El silencio o la abstención no nos libera de la responsabilidad, al contrario, nos somete a una realidad que debe cambiar. Por eso es importante la voz de los ciudadanos sin partidos, ajena a esos intereses que, lamentablemente, están por encima de los estatutos, principios o programas partidarios, que también afectan a muchos buenos y capaces militantes. Sin embargo, la llegada de los ciudadanos debe estar acompañada por propuestas y causas, si no sólo estaremos reivindicando nuestra arraigada tradición caudillista o caciquil, cuando corresponde ya edificar la cultura de la responsabilidad individual y colectiva.
México necesita una ciudadanía fuerte, proactiva, que asuma su liderazgo, interesada en la cosa pública y que ejerza sus derechos. Sólo así, construyendo ciudadanía, podemos avanzar y transformar. Si seguimos esperando que los partidos o gobierno lo hagan por sí mismos o si nos resignamos a que nada cambie, el resultado será contundente, todo seguirá igual.
Sé que muchos aspirantes quedaron a medio camino, pero si el interés de participar está motivado por una propuesta, sería muy importante elaborar una agenda ciudadana y ponerla en juego. La iniciativa ciudadana 3de3 que hoy está a punto de convertirse en ley, marca una ruta que podría seguirse con una agenda ciudadana para el Congreso Constituyente que elimine posiciones gradualistas en temas fundamentales como los vinculados a la díada perniciosa de la impunidad-corrupción que está extendida en casi todos los gobiernos de la capital y en los órganos de procuración y administración de justicia, con la complicidad de los órganos de control administrativo y de fiscalización. Una agenda que incluya un nuevo modelo de política social a fin de aniquilar el fenómeno del clientelismo, que es una forma de privatizar la política, que violenta el derecho de asociación y el ejercicio libre del voto ciudadano. Y, desde luego, que uno de los propósitos es poner fin a los monopolios políticos, entre otros.
Tema ineludible es reconocer la figura jurídica de la revocación del mandato, con requisitos que impidan que sea usado por consigna, pero urge establecerla para acabar con gobiernos abusivos, ineficientes, corruptos, como algunos que, a pesar de las tempestades que han provocado, subsisten sin ningún tipo de respaldo social, pero se mantienen gracias al manto protector de algún partido político o de su jefe político. Y de paso, también, eliminar el fuero a los legisladores.
Finalmente, hago votos para que la autoridad electoral ponga freno al dispendio que ya se empieza a ver en algunas delegaciones que hacen uso de recursos públicos para aceitar la red clientelar que sostendrá sus votos en la elección del Congreso Constituyente. Es una verdadera desgracia que seguramente lo que veremos en los próximos días es una disputa de estructuras partidarias y no de ideas y propuestas. Al menos, que el INE se haga cargo de propiciar los debates o reflexiones. Eso esperamos quienes queremos una Constitución de primer mundo.
* Fundadora de Mujeres de Hierro