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El caballero oscuro: 10 años

Lucero Solórzano

Lucero Solórzano

30-30

En 2008 el realizador Christopher Nolan dirigió la que fue la segunda parte de su trilogía Batman, El caballero oscuro-The Dark Knight, protagonizadas las tres por Christian Bale.

Varios clásicos del cine tuvieron aniversarios en días pasados. El submarino amarillo cumple 50 años y con ese motivo regresará a las pantallas en algunos países. Vaselina, el musical transgresor, que ha tenido múltiples puestas en escena en nuestro país, cumplió 40 años.

El caballero oscuro llega a los 10 años y es un acontecimiento que se marca sobre las otras dos películas de la trilogía porque hay una serie de cuestiones anecdóticas que la hacen la más popular y, probablemente, la mejor de las tres.

Lo que más destacó en esta versión fue la presencia del actor Heath Ledger, quien convirtió en todo un clásico de culto el personaje de El Guasón. A este personaje lo habíamos visto ya interpretado por César Romero en la televisión, en una recreación tendiente a lo ridículo, infantil y muy sobreactuado, como era el tono de la icónica serie de los años sesenta. Después vinieron las malogradas versiones de Tim Burton y Joel Schumacher, en una de las cuales Jack Nicholson hizo una creación de El Guasón con esa tendencia tan suya a dirigirse solo y hacer personajes turbios y con rincones oscuros.

Pero Ledger rompió todos los esquemas, pues además se acercó a una generación nueva de espectadores. Nolan había aportado nuevas características a Batman-Bruce Wayne, haciéndolo un hombre atormentado, más vengativo y abrigando sentimientos de odio.

Es ya clásica la secuencia en la que Batman y El Guasón, en un muy bien coreografiado enfrentamiento, se dan sus momentos para intercambiar frases y una de tantas deja paralizado a Batman cuando El Guasón le dice “tú y yo somos iguales”. De alguna manera, se complementan. En las películas de Christopher Nolan, Batman por momentos deja de presentarse como el superhéroe que lucha contra el mal; Batman y Bruce Wayne traen su propia agenda. Lo mismo hizo Nolan al reescribir a El Guasón transformándolo por completo hasta convertirlo en un retorcido villano, perfecta representación del mal, que logró una importante conexión con el público. Nolan escribió un guión redondo en el que héroe y villano se entremezclan. Sin el trabajo de Heath Ledger este malvado no hubiera alcanzado los niveles de “obra maestra” que muchos le atribuyen. Ledger y El Guasón forman un todo.

Yo lo dejo en términos de una gran actuación que, con su prematura muerte y los rumores de que el trabajo de introspección y el esfuerzo para construir a El Guasón en el extremo opuesto y superando la vara que le había dejado Jack Nicholson, lo llevaron a una situación límite que acabó con su vida.

Como corolario, Ledger recibió un Oscar póstumo, algo que ha ocurrido muy pocas veces y que contribuye a hacer aún más legendaria El caballero oscuro.

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