Corrupción: un crimen trasnacional

Por Jon Benjamin*

Cuando pensamos en corrupción, lo primero que a muchas personas les viene a la mente es el tema del dinero, o los “moches” en el léxico mexicano. En realidad, la corrupción va más allá de los temas económicos, al ser un crimen que afecta la paz, la seguridad y el desarrollo de los pueblos y los países. El viernes pasado se conmemoró el Día Internacional contra la Corrupción, una fecha que busca resaltar los principios de la Convención de Mérida en cuanto a la necesidad de tomar acciones conjuntas para acabar con la corrupción, ya que es un problema global con implicaciones claras y dolorosas a nivel local.

Tristemente, en los últimos años se ha hecho cada vez más evidente que no se puede hablar de corrupción sin hablar de su relación estrecha con el crimen trasnacional. En la arena global, esto ha sido un tema prioritario en varios foros como el G20 y Naciones Unidas. Representantes de varios rincones del mundo han expuesto cómo las organizaciones criminales trasnacionales, con el fin de facilitar sus actividades delictivas a nivel global, corrompen a funcionarios en diferentes países, con especial interés en las fuerzas de seguridad, el Poder Judicial y la arena política. En consecuencia, esto ha atentado directamente contra la sociedad, la democracia, los sistemas de gobierno y la seguridad de los ciudadanos. 

La corrupción en México y la región de las Américas sigue siendo un importante obstáculo para el comercio. Esto afecta la inversión extranjera, la productividad, competitividad y derechos humanos. Tanto para los países como para las empresas, las evidencias muestran que el soborno y la corrupción tienen un costo tanto comercial como de reputación, así como en la calidad de vida de los ciudadanos. En este punto, el crimen organizado está jugando un rol clave. No basta con identificar el origen del problema, es imperativo tener acciones concretas y coordinadas para enfrentarlo.

En varios proyectos de cooperación con instituciones públicas y privadas mexicanas, hemos presenciado cómo el crimen organizado busca corromper a las y los funcionarios, tanto para abrir puertas para sus operaciones logísticas, como para facilitar sus actividades en la ruta migrante, algo que en muchas ocasiones termina violando derechos humanos. La impunidad también va al alza, ya que genera limitantes para las autoridades y bloquea las voces de alerta ciudadana o del periodismo de investigación. Por desgracia, la corrupción y la impunidad triunfan cuando la misma sociedad que sufre sus efectos tiene miedo a enfrentar repercusiones por hablar con la verdad.

Es por esto que para Reino Unido sigue siendo una prioridad colaborar con Mexico en estos temas. Estoy consciente de que existen muchos retos en cuanto a impunidad, pero también creo que son más las oportunidades y el interés público por avanzar efectivamente en el combate a la corrupción y reducir sus efectos negativos en los derechos de los ciudadanos. Les reitero la disposición del gobierno británico para colaborar con nuestros aliados en México.

Los invito a que nos sigan en nuestras redes para continuar con la conversación y estar al día en los eventos o proyectos que tenemos en Mexico en torno al combate a la corrupción y la promoción del Estado de derecho. Espero sus comentarios en london.eye@fcdo.gov.uk y en Twitter @UKinMexico y @JonBenjamin19.

                       *Embajador del Reino Unido en México