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El poder desde el Legislativo

Leticia Robles de la Rosa

Leticia Robles de la Rosa

Terminada la época del presidencialismo metaconstitucional, fue natural el surgimiento de diversos liderazgos políticos, como los líderes legislativos, ya sea desde la oposición o desde el oficialismo, porque son indispensables en la construcción de los acuerdos.

Desde 1997 hasta este 2020, dos mujeres y 15 hombres son los líderes parlamentarios que lograron poder desde el Congreso de la Unión, al grado de decidir nombramientos en los órganos autónomos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y en las posiciones de la administración pública federal que requieren del aval del Poder Legislativo.

Porfirio Muñoz Ledo y Carlos Medina Plascencia con Ernesto Zedillo; Enrique Jackson, Diego Fernández de Cevallos, Beatriz Paredes, Elba Esther Gordillo y Felipe Calderón con Vicente Fox Quesada; Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa y Francisco Rojas, con Felipe Calderón; Emilio Gamboa, Ernesto Cordero, Luis Miguel Barbosa, Manlio Fabio Beltrones y César Camacho, con Enrique Peña Nieto.

Son muchas las historias que se cuentan de todos ellos para ilustrar el poder que ostentaron como líderes en el Senado y la Cámara de Diputados.

Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa fueron poderosos desde la oposición, en el gobierno de Felipe Calderón, y desde el oficialismo priista, con Enrique Peña Nieto.

Un poder que incitaba al diálogo directo de los presidentes de la República con ellos, porque si bien ni las dos mujeres ni esos 13 hombres contaban con grupos parlamentarios que por sí mismos lograban la mayoría absoluta, sus votos eran la diferencia entre concretar o no un cambio en el marco jurídico nacional.

Durante el sexenio pasado, Emilio Gamboa se convirtió en el senador que más poder tuvo en el Ejecutivo federal. Entre semana veía casi a diario al expresidente Enrique Peña Nieto y los fines de semana era frecuente que se reunieran. Alguna vez fue público que los domingos jugaban golf.

La fuerza de los votos en el interior del Poder Legislativo es directamente proporcional al diálogo directo que un líder parlamentario logra con un Presidente de la República, como ocurre actualmente con el senador Ricardo Monreal y hasta hace unas semanas sucedía con el diputado federal con licencia, Mario Delgado.

Y justamente esa fuerza de votos en el pleno del Senado convierte a Ricardo Monreal Ávila en el líder parlamentario más poderoso de los últimos 23 años, porque no sólo tiene injerencia en el grupo parlamentario de Morena, que cuenta con 60 votos, sino también en Encuentro Social, integrado por cuatro legisladoras, así como la mayoría de las veces en el Partido del Trabajo, que tiene seis miembros. Una mayoría absoluta innegable.

Ricardo Monreal es el operador legislativo del Ejecutivo federal, como lo fueron antes Felipe Calderón, Gustavo Madero, Héctor Larios, José González Morfín con los gobiernos del PAN y Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa con el gobierno priista. Nada de qué espantarse. La diferencia es que tiene más poder de voto.

Pero justamente ese poder innegable lo colocó en una situación difícil en esta semana. El encontronazo que tuvo con el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, por la reforma en materia de divisas y repatriación de dinero llevó a un escenario riesgoso para el país y, en consecuencia, de afectaciones innegables al Ejecutivo Federal.

Ejercer el poder conlleva una responsabilidad constante.

Es verdad que acceder al diálogo y a reflexionar más una iniciativa de reforma no debe interpretarse como una derrota del autor, mucho menos el sometimiento del Senado ante otra institución autónoma, por lo que no son correctas las expresiones que intentan sembrar esa idea errónea, pero también es verdad que existen otras formas para dejar en claro que diálogo no implica claudicar.

Jesús Reyes Heroles decía que ejercer el poder implica un constante diálogo; un constante ejercicio de escuchar y cuando se tiene un poder tan innegable como hoy lo tiene Ricardo Monreal, sin duda alguna que el reto de escuchar es y será constante.

 

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