¿Y los vestigios?
La Universidad Autónoma de Chapingo desconoce el paradero de 10 mil fragmentos cerámicos.La Universidad Autónoma Chapingo UACh desconoce dónde se encuentran los cerca de 10 mil fragmentos cerámicos, sahumadores, vasijas, figurillas, cajetes, navajillas, cuchillos y ...
- La Universidad Autónoma de Chapingo desconoce el paradero de 10 mil fragmentos cerámicos.
La Universidad Autónoma Chapingo (UACh) desconoce dónde se encuentran los cerca de 10 mil fragmentos cerámicos, sahumadores, vasijas, figurillas, cajetes, navajillas, cuchillos y raspadores de sílex, pertenecientes a las culturas azteca, teotihuacana, tolteca y mezcala, que los arqueólogos Jeffrey R. Parsons y Luis Morett Alatorre recuperaron, entre 2004 y 2015, del Lago de Texcoco, específicamente en los terrenos del cancelado Nuevo Aeropuerto Internacional de México.
Desde hace siete años, Excélsior ha insistido en acceder no sólo a los documentos, sino también a los materiales recuperados de esta investigación que, a la muerte de Jeffrey R. Parsons, en 2021, quedaron bajo resguardo de Morett Alatorre, en la UACh. Sin embargo, hace unos días, la institución académica señaló, vía transparencia, que los datos relacionados con el destino del patrimonio arqueológico, así como el detalle de las exploraciones, el inventario y los reportes derivados de dicha investigación son “información inexistente”.
Esto pese a que, en mayo de 2017, la propia UACh confirmó que Morett resguardaba las piezas en el Museo Nacional de Agricultura de esa casa de estudios, incluso, autorizó una visita al laboratorio, bajo la condición de no tomar fotografías ni manipular las piezas. La realidad es que dicho encuentro nunca se concretó, pues el investigador tenía demasiado trabajo y, después, tomó un año sabático. Luego vendría la pandemia y el silencio.
Es increíble que, ahora, la UACh pretenda darle carpetazo al tema, sin argumentar en qué momento los materiales salieron de sus instalaciones, si el investigador se los llevó a su casa, si los entregó a otra institución o si debemos sospechar que algunos aparecerán de vez en cuando en subastas internacionales. ¿Cómo saberlo sin contar con el inventario?
Por supuesto, aquí debería intervenir el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para ubicar los vestigios y aclarar si existe una relación meticulosa de éstos, pero sabemos que la dependencia que encabeza Diego Prieto ahora está muy ocupada en la celebración de su 85 aniversario y en sortear las contingencias —desde la conclusión de los trabajos para restaurar el patrimonio afectado por los sismos de 2017 hasta la instalación de la cubierta para proteger la Pirámide de la Serpiente Emplumada—, sin entender que hechos como éste opacan el prestigio de la institución.
“UNA PESTAÑITA”
Todas las ferias del libro son indispensables. Cada una, a su manera y en su oportunidad, aporta algo al ecosistema editorial y a sus lectores. En el caso de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), que llega a su edición 45 y se realizará del 22 de febrero al 4 de marzo, existe un problema financiero importante —ante la caída de su público en 37% y la insuficiente venta de stands, por su alto costo—, así que Fernando Macotela Vargas, director del encuentro literario, y su equipo de trabajo deberían repensar el modelo de este foro para tapar el bache y no sólo argumentar, de manera inverosímil, que la situación es producto de la pandemia.
Claramente, algo está fallando en la arquitectura de la feria (en su programa y en su operación), pero si sus directivos no alcanzaran a ubicar las deficiencias, podrían entregar la estafeta a jóvenes promotores del libro que aporten una nueva dimensión, antes de que crezca el número de editoriales y de lectores que tomen la decisión de no acudir.
Quizá la FILPM se ha agotado y, como detalle accidental, podríamos citar que, el pasado miércoles, el presidente de la Caniem, Hugo Setzer, no logró sobrellevar la cansina lectura del programa, y ante la voz pausada de Macotela, se convirtió en una estatua de piedra que sucumbió a los encantos de Morfeo.
