Sueños
• Entonces, ¿cómo tiene pensado la Secretaría de Cultura que la conexión llegue a todos? Nadie lo sabe, porque no existe un proyecto
Un proyecto cultural que sólo se cocina a base de sueños no podría tener un futuro concreto. Por ejemplo, imaginar que las bibliotecas públicas de México cuenten con internet, que estén interconectadas y tengan acceso a los acervos de la Fonoteca Nacional, del Centro de la Imagen y de la Biblioteca Virtual de México, sería una idea inaplazable para amplificar el acceso a la cultura en municipios y comunidades con escasa oferta, pero sigue siendo una utopía.
Ese plan fue formulado por la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, en enero de 2019, cuando prometió recuperar el papel social de las 7 mil 466 bibliotecas del país y convertirlas en un “centro cultural semilla”, pero aquella proyección hoy es un estribillo inacabado que flota en el aire.
Ella lo dijo así: “Las casi 8 mil bibliotecas que se tienen en el país son la mayor infraestructura de la SC. Estamos prácticamente en todo el territorio –faltarán 180 municipios que se cubrirán en año y medio o dos años–, las cuales entrarán en el plan de conectar a México; tendrán internet y eso
nos representa un cambio profundo de es primer centro cultural que puede tener un niño que va a hacer la tarea, tiene acceso al material de la Fonoteca Nacional, al Imcine y muchas otras cosas. (La idea es) recuperar la biblioteca como centro cultural de los municipios y de las comunidades”.
Hace unas semanas, Rodrigo Borja, titular de la Dirección General de Bibliotecas (DGB), dijo a Excélsior (03/05/2022) que, en diciembre próximo, todos los espacios de la red tendrán internet –ojalá que sí–, y en una línea dibujó la realidad del país: hasta abril de 2021, sólo 25% de estos espacios estaban conectados a la web y de forma dispareja.
Es posible que con la reciente adquisición de comunicaciones Altán, por parte del Estado, se acelere la conexión de las bibliotecas para que se conviertan en ese polo cultural que requiere México, aunque se debe tener claro que el convenio requerido (con CFE) sólo será efectivo al cierre del actual sexenio y no podrá garantizarse su continuidad.
Sin embargo, lo que no se observa en el mediano plazo es que la SC tenga pensado adquirir equipos de cómputo para esas bibliotecas que hoy carecen de acceso a internet; es decir, en aquellos lugares donde seguramente niños y adultos no cuentan con celulares inteligentes.
Entonces, ¿cómo tiene pensado la SC que la conexión llegue a todos? Nadie lo sabe, porque no existe un proyecto.
Por último, será interesante conocer la postura de la SC y de la DGB, después de que la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinara que “la Ley General de Bibliotecas (LGB) deberá sujetarse a lo dispuesto en la Ley Federal del Derecho de Autor, en particular, respecto a la autorización que los productores y autores otorguen de sus obras”.
Esto sucedió luego de que más de 80 editoriales literarias, autores, disqueras y productores de cine presentaran amparos en contra de la LGB, lo que marca un antes y un después; y significa que, en el futuro, cualquier nuevo recurso legal que se promueva sobre el tema deberá resolverse en el mismo sentido, así que la DGB no podrá abrir al público los ejemplares impresos o electrónicos sin el consentimiento de los titulares de los derechos. Un sueño más sin futuro.
- ADEUDOS
La falta de pagos vuelve a afectar al INAH. Esta semana, investigadores contratados para el proyecto de salvamento arqueológico en el Aeropuerto de Santa Lucía denunciaron que, ante los impagos en marzo y mayo suspendieron algunas excavaciones en contextos paleontológicos y debieron interrumpir el inventario de piezas óseas, entre otras tareas de gabinete. Al parecer, esto sucedió porque no se ha resuelto un convenio entre el INAH y la Sedena, por lo que los expertos piden a Diego Prieto que no abandone el tema.
