Por sus fueros

Aunque se insiste en que la edición 36 de la Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH) fue todo un éxito, poco se habla del adeudo que mantiene este foro con uno de sus proveedores más fuertes, adoptando una actitud morosa que empaña los logros de este evento que se realizó del 18 al 28 de septiembre y que, por primera vez, encabezó Joel Omar Vázquez, titular del INAH.

Todos recordamos cómo, en esos 10 días, desfilaron por los pasillos de la FILAH, instalada en el patio del Museo Nacional de Antropología (MNA), arqueólogos, antropólogos, expositores y funcionarios que no se cansaron de aplaudir, de posar para la fotografía oficial y celebrar las bondades del libro.

Destaco, por supuesto, los títulos que reconoció el Premio Antonio García Cubas y la exposición Costa de Marfil. Un país, muchas culturas, que se exhibió de forma temporal en el MNA, como parte de la feria, dado que ofreció una rica muestra de máscaras y esculturas rituales de ese país africano.

Sin embargo, lo que no se ve nada bien es que, a casi un mes del cierre de la feria, las áreas Administrativa y de Recursos Financieros del Instituto Nacional de Antropología e Historia —que dirigen Pedro Velázquez Beltrán y David Honorio García, respectivamente— decidieran, por sus fueros, no pagar a la empresa encargada del montaje (Event Source). Esto parecería algo intrascendente, pero es el síntoma de cómo estas áreas, con la mano en la cintura, tienen la capacidad de retrasar el funcionamiento y la operación del MNA y de otros espacios del INAH en el país, al tomar la decisión de no asignar o no ejercer los presupuestos ya programados.

¿Será que en esta ocasión la burocracia dorada del INAH decidió procrastinar a la hora de los pagos —como ya ha ocurrido con los trabajadores eventuales y con los elementos de seguridad del museo— por falta de interés, energía o porque le gusta ver el mundo arder? Quizá estos administrativos, que puntualmente reciben su sueldo, se han puesto muy creativos y tomaron la audaz decisión de fundar un nuevo género literario al que alguien por ahí ya le ha puesto el nombre de realismo mágico administrativo. ¿Ahora cuál es la excusa para no pagar?

Por cierto, ya que se menciona al MNA, que ayer recibió el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025, sería ideal que su director, Antonio Saborit, y su equipo no sólo pusieran atención a lo ocurrido en el Museo del

Louvre para evitar algún tipo de robo o saqueo —como el que ocurrió hace 40 años en el Museo Nacional de Antropología—, sino también al deterioro que arrastra en sus entrañas, porque, en lo sucesivo, todos pondremos mayor atención en cada falla y en cada desperfecto.

• ESCALA PROTESTA

En los últimos meses hemos hablado bastante de la situación que atraviesa la Orquesta Típica de la Ciudad de México (OTCM). Todo empezó en junio pasado, cuando Alberto

Torres Xolocotzi fue convocado por las autoridades de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, que dirige Ana Francis López, para que le informaran que ya no sería el director artístico de esta agrupación, bajo el argumento de “paridad de género”.

Desde entonces, los atrilistas han expresado su malestar a través de comunicados, mantas y, recientemente, una protesta afuera del Faro Cosmos, ante la cual sólo han recibido un discurso vacío, así como una convocatoria para elegir a su próxima batuta, que ellos mismos han calificado como tendenciosa y a modo.

Y, peor aun, gran parte de los músicos ha visto con malos ojos que las autoridades de la Secretaría de Cultura local les hayan impuesto a Percival Álvarez como director interino, sin considerar cada una de sus demandas. Por desgracia, el caso no termina aquí y escalará el próximo martes, cuando los músicos de La Típica cierren Circuito Interior, a la altura de la avenida México-Tacuba, si no se atiende su pliego petitorio.