Cruzada en el MACO

Diecinueve meses permaneció cerrado el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO). Ayer, finalmente, abrió sus puertas y mostró un panorama tan alentador como preocupante. De inicio, la nueva administración reconoce que no cuenta con los recursos suficientes para la operación del museo —que aún espera que tribunales resuelvan la demanda laboral entablada por los extrabajadores, a quienes les adeuda casi dos años de pagos— y las condiciones adversas en que se halló la bodega que resguarda la obra artística.

Sobre esto charló ayer Oliver Martínez Kandt, nuevo director del MACO, como expresó el periodista cultural Samuel Mesinas a este espacio. “No tenemos tanto presupuesto, porque la institución apenas sobrevive con lo que la misma Asociación Civil Amigos del MACO puede conseguir, con recursos propios para solventar los gastos de la institución. Es un poco complicado todavía, estamos en proceso de transición”.

Aunado a esto, el curador y funcionario reveló que luego de que la asociación retomara el control del museo, en abril de 2021, se detectó que la obra embodegada no fue resguardada en las condiciones adecuadas, al punto en que resultó dañada, de manera irreversible, una escultura del artista chiapaneco Jorge Dubón.

Martínez Kandt —rechazado por los trabajadores en 2021— afirma que “(la bodega) no tenía orden ni limpieza” y que algunas piezas tuvieron contacto con tierra, polilla, tabiques, adobes y materiales de exposiciones temporales; incluso, se halló una obra de Francisco Toledo al lado de materia orgánica, aunque reconoce que al cotejar el inventario no se detectaron faltantes.

Por su parte, Edgardo Aragón, nuevo vocero de la asociación civil —encabezada por el polémico Raúl Leyva— dice que, una vez que culmine el proceso legal interpuesto por los extrabajadores del MACO ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, se pagará lo que se mandate. “Que sean los tribunales los que decidan cuánto, cómo y en qué circunstancias vamos a cubrir nuestros pagos a los extrabajadores”, agrega.

Aragón asegura que la reapertura del MACO (de 09:00 a 15:00 horas, por falta de personal) no es improvisada y que su programa no se verá afectado por protestas de extrabajadores. Incluso, adelanta que espera un donativo de Citibanamex para programar su siguiente exposición, en marzo de 2023. Lo cierto es que, al cierre de esta edición, los trabajadores inconformes acudieron a protestar y prometieron volver hoy para encarar a los directivos.

Todo este relato es prometedor, pero es imprescindible que la actual gestión no se olvide de transparentar su situación financiera, las condiciones actuales de su bodega y de la pieza afectada, que deslinde responsabilidades.

RAFAEL SOLANA

Pronto, el nombre del escritor, periodista y poeta Rafael Solana (1915-1992) podría ser inscrito en letras de oro en el Muro de Honor del Congreso de la CDMX, al lado de los de Efraín Huerta, Octavio Paz y José Revueltas, con quienes compartió andanzas, lecturas y amistad en su juventud.

La iniciativa, impulsada por la diputada Indalí Pardillo y el investigador literario Claudio R. Delgado, con el apoyo de los familiares del escritor, fue anunciada el 5 de agosto pasado, durante el homenaje por el 107 aniversario del natalicio del autor de El sol de octubre y Debiera haber obispas.

La propuesta fue presentada ante el pleno del Congreso local, ha sido respaldada por cerca de 45 legisladores y, de momento, se espera que el proceso avance en la Comisión de Normatividad, que dirige el diputado local Jorge Gaviño Ambriz. Ojalá que esta diligencia no se prolongue demasiado, para consumar el justo reconocimiento a Solana y que la iniciativa no duerma el sueño de los justos.