Batallón de patrimonio
El grupo encargado de la recuperación de piezas arqueológicas y bienes culturales fue creado en 2020.
Batallón de Patrimonio Cultural. Ése es el nombre oficial otorgado al grupo especializado que realiza trabajos de recuperación de piezas arqueológicas y la protección de bienes culturales en México. Fue creado en abril de 2020, se ubica al interior de la Guardia Nacional (GN) y está integrado por 208 elementos, de los cuales 26 son mujeres.
Está inspirado en el comando de Carabineros para la Tutela del Patrimonio Cultural de Italia, prestigiado cuerpo de seguridad fundado en 1969 que, en los últimos años, ha recuperado piezas clave, como los 596 exvotos de los siglos XVIII al XX restituidos en 2018 y las 30 piezas arqueológicas expoliadas de Oaxaca, Veracruz y el Altiplano Central que retornaron a México en julio de 2022.
Este batallón mexicano tiene como antecedente la Unidad de Tutela del Patrimonio Cultural, creada en 2017 en la Gendarmería Nacional, en el anterior sexenio, la cual, colaboró en el aseguramiento de los bienes afectados por los sismos de ese año. Su oficina está en la alcaldía Iztapalapa y busca “contribuir con los organismos encargados de tutelar el patrimonio mexicano para proteger, conservar, recuperar y difundir el patrimonio paleontológico, arqueológico, histórico y artístico, de acuerdo con lo que determinen las leyes federales en defensa del patrimonio cultural, considerado de alto valor para la nación”.
Hasta el momento ha participado en la custodia de cuatro bienes inmuebles con valor artístico y literario en las calles de Plinio, Río Lerma, Guadalquivir y Denver, inmuebles que habitó Octavio Paz y que forman parte de la masa testamentaria del DIF de la CDMX; en la realización de la estrategia para proteger ocho zonas arqueológicas (Palenque, Monte Albán, Tajín, Tehuacán, Teotihuacan, Chichén Itzá, Calakmul y Tulum); en atender la seguridad, vigilancia y protección de la Catedral Metropolitana, del Gran Museo de Sitio de Chichén Itzá y de la Basílica de Guadalupe, en especial su acervo de arte sacro y sus edificios arquitectónicos.
Así como en la seguridad de las instalaciones con valor cultural del AIFA (Museo Paleontológico de Santa Lucía Quinametzin); de las secciones II y III del Bosque de Chapultepec, lo que incluye el patrullaje de cuatrimotos y a pie para prevenir delitos y en la búsqueda y monitoreo de páginas web y redes sociales para ubicar la venta ilícita de piezas arqueológicas, históricas y culturales.
Ojalá que, en un futuro cercano, este batallón cuente con suficientes recursos para monitorear, a distancia, las 194 zonas arqueológicas y los más de 54 mil sitios sin acceso, así como para realizar una observación minuciosa de los salvamentos arqueológicos que evite saqueos y actos vandálicos, además de acercarse a la oficina de Interpol y trazar un seguimiento del patrimonio robado en México, sin soslayar el monitoreo de subastas, aeropuertos y terminales de autobuses para combatir el trasiego ilegal de piezas.
CNM SIN AGUA
La falta de agua potable en la CDMX es indiscutible y uno de los primeros impactos en el sector cultural ocurrió ayer, cuando el Conservatorio Nacional de Música, que depende del INBAL, debió suspender actividades hasta nuevo aviso ante la falta del líquido. Dicha institución académica, dedicada a la creación de músicos mexicanos, ubicada en Polanco, reconoció que, pese a las gestiones realizadas ante el Sistema de Aguas de la CDMX y la alcaldía Miguel Hidalgo, no se ha atendido el problema. ¿Qué sucederá cuando toda la infraestructura cultural de la capital se quede sin agua?
