Logo de Excélsior                                                        

Mujeres gobernando

Javier Aparicio

Javier Aparicio

Este año se elegirán dos nuevas gubernaturas en Coahuila y el Estado de México. Aunque las campañas aún no inician, desde ahora sabemos que habrá una gobernadora más y, quizás algo más importante, la proporción de la población del país gobernada por mujeres aumentará notablemente. Esto se debe a que, por un lado, la lista nominal del Estado de México es de 12.7 millones de electores: la más grande del país. Y, por otro lado, que las dos principales contendientes son mujeres: Delfina Gómez por parte de Morena y Alejandra del Moral por parte del PRI.

A finales del año pasado comenté en este mismo espacio que hay diferencias notables en el avance de la participación política de las mujeres en el ámbito legislativo frente al municipal o el de gubernaturas (29 de diciembre de 2022). Así, mientras que, en las elecciones locales de 2021, la mayoría de las diputaciones locales elegidas fueron mujeres, en las mil 923 presidencias municipales que se renovaron en 30 entidades del país ese mismo año, sólo resultaron electas 497 presidentas: 26% del total de municipios con elecciones.

Como sabemos, la mayoría de los municipios del país son relativamente pequeños: 60.5% de los municipios tienen menos de 25 mil habitantes (Conteo Poblacional del Inegi, 2015). Según un análisis de mi autoría que está por publicarse en un volumen colectivo editado por José Roldán Xopa —Tribunal Electoral: Diálogos con la crítica (TEPJF)—, existe una relación negativa entre la proporción de triunfos de presidentas municipales y la población de los municipios del país: 327 o 65.8% de las 497 presidentas municipales que resultaron elegidas en 2021, gobiernan municipios de menos de 25 mil habitantes. En contraste, la proporción de triunfos de hombres en estos municipios es de 58.6 por ciento. Por otro lado, la proporción de presidentas que ganaron en municipios de más de 100 mil habitantes es ligeramente mayor a la de los hombres: 12.3 contra 11.2 por ciento.

Esto quiere decir que, alrededor de dos tercios de las presidentas municipales electas en 2021 gobiernan municipios relativamente pequeños. Vale la pena destacar que la brecha de género en estas proporciones ha ido mejorando en años recientes. Por ejemplo, entre 2018 y 2021, la proporción de mujeres que gobiernan municipios de menos de 25 mil habitantes pasó de 73 a 66 por ciento. Al mismo tiempo, la proporción de presidentas que gobiernan municipios de más de 100 mil habitantes aumentó ligeramente entre 2018 y 2021, al pasar de 49 a 61 municipios. Esto quiere decir que el agregado de la población gobernada por presidentas municipales pasó de 25.1 a 32.7 millones de habitantes entre 2018 y 2021.

Un ejemplo ilustrativo de estas brechas de género son las capitales de las entidades del país, mismas que junto con varios de los municipios de mayor población siguen representando todo un reto para las mujeres políticas. Por ejemplo, de las 24 capitales que se renovaron en 2018, sólo cuatro fueron ganadas por mujeres: Ciudad Victoria, Chihuahua, Hermosillo y Puebla. En 2021, sin embargo, el número de capitales gobernadas por mujeres se duplicó, al llegar a ser 8 de 30 casos.

El hecho de que la gran mayoría de la población del país resida en municipios grandes y urbanos, mientras que la gran mayoría de las presidentas gobiernen municipios pequeños, es evidencia de que las mujeres siguen enfrentando importantes barreras y obstáculos para alcanzar cargos ejecutivos de elección popular, ya sea para conseguir una candidatura competitiva o, en su caso, un triunfo electoral.

Desde otro punto de vista, el avance de las mujeres en cargos ejecutivos es ineludible: gracias a la paridad vertical en candidaturas municipales, la mayoría de las sindicaturas del país ya son ocupadas por mujeres. Y, en muchos casos, este tipo de cargos son el primer puesto de elección popular de mujeres políticas, o bien marcan el inicio de carreras políticas importantes.

 

Comparte en Redes Sociales