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Elecciones 2021: un escenario base

Javier Aparicio

Javier Aparicio

 

Este fin de semana comenzarán las campañas electorales federales y, aunque las campañas locales ya han comenzado en algunos estados, puede decirse que sólo será al regreso de la Semana Santa que comenzarán las campañas electorales, propiamente dichas.

Esta semana venció el plazo para registrar candidaturas a diputaciones federales tanto por el principio de mayoría relativa como por el de representación proporcional. En la mayoría de los 300 distritos uninominales del país, el electorado podrá optar por una candidatura de la coalición gobernante, reforzada ahora por el PVEM, o bien por una candidatura del bloque opositor formado por el PRI-PAN-PRD.

La coalición Juntos Haremos Historia, integrada por Morena-PT-PVEM, registrará candidaturas en 183 distritos, mientras que la coalición Va por México, conformada por PRI-PAN-PRD, hará lo mismo en 219 distritos. En 146 distritos, casi la mitad del país, ambas coaliciones coincidirán por lo que las y los votantes tendrán frente a sí una decisión aparentemente sencilla: apoyar al partido en el gobierno, o bien a la oposición.

En la otra mitad de distritos habrá un número mayor de candidaturas. Entre las alternativas se encuentran Movimiento Ciudadano, partido que decidió no sumarse a ninguna coalición, o bien alguno de los tres partidos de nuevo registro, mismos que están legalmente impedidos de participar en alguna coalición.

Otro aspecto clave a considerar será saber qué diputadas y diputados podrán buscar la reelección legislativa, quiénes se despedirán en esta legislatura, y quiénes optarán por buscar otro cargo —tales como una presidencia municipal o una gubernatura—. La inmensa mayoría de los diputados levantaron la mano, pero los partidos tienen la última palabra. Baste recordar que los partidos políticos siguen teniendo la prerrogativa de permitir o no que sus legisladores reaparezcan en las boletas electorales. El que perfiles destacados de la legislatura saliente —tales como Porfirio Muñoz Ledo, Laura Rojas, Dulce Ma. Sauri y Martha Tagle—, no reaparezcan en las boletas habla del débil compromiso de los partidos políticos con la profesionalización legislativa.

Por otro lado, el tope de gasto de campaña establecido por el INE para una diputación de mayoría relativa en 2021 es de $1,648,189 pesos. Un reto novedoso para el INE será fiscalizar los gastos de campaña de las y los diputados que busquen la reelección, toda vez que no están obligados a renunciar a sus cargos.

¿Qué impacto tendrán las nuevas coaliciones electorales? Es difícil saberlo en este momento, antes de que transcurran las campañas y conozcamos encuestas más actualizadas, pero un ejercicio contrafactual permite plantear un escenario base: ¿Cómo hubiera quedado la composición del Congreso en 2018 si los votos observados se mantuvieran sin cambio alguno, pero éstos se aplicaran a las candidaturas de las coaliciones pactadas para este 2021?

Javier Márquez, experto en sistemas electorales, realizó este ejercicio en el sitio oraculus.mx. Según sus cálculos, la coalición Morena-PT-PVEM hubiera obtenido 303 curules (60.6% de la Cámara), es decir, sólo 5 diputaciones menos que las 308 que consiguió realmente en 2018. Por su parte, la coalición PAN-PRI-PRD hubiera conseguido 186 curules (37.2% de la Cámara), es decir, 39 diputaciones más que las 147 que consiguió en 2018. Por último, Movimiento Ciudadano conseguiría once diputaciones, y PES y Nueva Alianza, ninguna.

Dejando de lado la información que ofrezcan las encuestas u otros pronósticos con información más reciente, el escenario en el que la coalición de Morena-PT-PVEM consigue “hasta 303 curules” puede considerarse una “límite superior” razonable al resultado que podrían conseguir en las urnas el próximo 6 de junio. ¿Por qué?

En primer lugar, porque en 2018 la coalición morenista consiguió 43.6% del voto total, ayudado en gran medida por el arrastre de la candidatura presidencial de López Obrador. En segundo lugar, porque en 2018 el voto opositor a Morena se dividió entre la coalición PAN-PRD-MC y la coalición PRI-PVEM-NA, y ahora PRI y PAN irán juntos. En tercer lugar, porque el gobierno y su partido tienen ahora el desgaste de más de dos años de gobierno. Por último, porque el voto morenista en elecciones locales, en general, ha sido menor que el voto que obtuvo en las elecciones federales de 2018. En las próximas semanas sabremos cuáles de estos argumentos se concretan y cuáles no.

 

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