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Labastida vende Siglo XXI

Humberto Musacchio

Humberto Musacchio

La República de las letras

El pasado día 18, Roberto Moles Batllevell, presidente del consejo de administración de Siglo XXI Editores, informó que Jaime Labastida venderá 58.71 por ciento de las acciones de esa firma a Merkcent Consulting ant Funding, SA de CV, empresa especializada en gestión empresarial, finanzas corporativas y gestión jurídica, según dice su página de internet. Termina así una historia iniciada en 1965, cuando el chacal Díaz Ordaz echó a don Arnaldo Orfila Reynal del Fondo de Cultura Económica, como castigo por haber publicado Los hijos de Sánchez, de Oscar Lewis. Lo más valioso de la intelectualidad mexicana le dio su apoyo a don Arnaldo y en la casa de Elena Poniatowska, en Gabriel Mancera, en la colonia del Valle, se reunió una multitud que acordó comprar acciones para crear Siglo XXI. Así nació el sello editorial que lanzó títulos que los jóvenes de entonces leímos con avidez y verdadera pasión, como No es fácil el camino de la libertad, de Nelson Mandela, Alma encadenada, de Eldridge Cleaver, o José Trigo, del gran Fernando del Paso. Con la muerte de Orfila se inició una larga decadencia de la casa que fundó y que hoy pasa a manos de personas ajenas al ámbito intelectual. Una tragedia para la cultura mexicana.

 

La versión de Tatiana Coll

En un duro artículo aparecido antier en La Jornada, Tatiana Coll, hija de Josefina Oliva de Coll, cofundadora de Siglo XXI, recuerda que ella fue secretaria en 1969-71 de Orfila, quien dejó una carta testamento en la que él y su esposa Laurette Séjourné, disponían que de sus acciones se entregara la quinta parte a Guadalupe Ortiz, gerente de la editorial; y porcentajes iguales para Rosa Cendreros, Sergio Bagú, la pareja formada por Hugo y Mabel Galletti y el matrimonio integrado por Alejandro López y Esperanza Rascón. Éstos últimos —sigue Coll— se presentaron ante Jaime Labastida, quien rechazó el documento por no estar notariado “y las acciones cambiaron de manos sin nunca informarse a los accionistas, sin nunca respetarse la voluntad expresa de Orfila. El botín que significó Siglo XXI ahora se puso a la venta” (unos siete millones de dólares). En el mismo artículo, Tatiana Coll acusa al “envilecido apoderado” (Labastida) de haber dejado que se perdiera el archivo Orfila-Siglo XXI. Todo indica que seguirá la confrontación.

 

La lana no es pa mi: Juan

Extraña lógica la del sheriff de la 4T, John Ackerman. Conacyt le otorgó casi seis millones de pesos para un proyecto que despide fuerte olor a incienso: “Democracia, culturas políticas y redes sociodigitales en una era de transformación social”, el que debe desarrollarse dentro del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS), membretazo que le creó el rector Enrique Graue dentro de la UNAM a Juanito, quien dice que él no recibió el dinero, sino que éste le fue entregado a la Coordinación de Humanidades de la UNAM. Pues sí, pero dicha coordinación se lo entregará al PUEDJS, donde Little John, su parentela política y sus cuates parten el queso y se reparten el parné. Parafraseando a don Jesús Reyes Heroles, “el poder es porque PUEDJS”.

 

Breviario…

Murió Orso Arreola, hijo del inmenso Juan José Arreola, de quien escribió El último juglar, biografía de su padre, reunió y editó textos inéditos y elaboró su iconografía. @@@ Falleció también Luis Esteban Pérez Santoja, quien durante muchos años estuvo al frente de la extinta Sala Margolín, donde recomendaba a sus clientes grabaciones memorables, tejía amistades y compartía lecturas y comentarios sobre cine. Un espíritu superior. @@@ Renunció Marx Arriaga Navarro a la Dirección General de Bibliotecas. Sus declaraciones dejan ver la enorme impotencia de un funcionario laborioso y bienintencionado, aunque sin mayor experiencia, en un sexenio en el que se confunde cultura con agricultura.

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