La República de las Letras

A la memoria de Blanca Estela Treviño.

LA AUSENTE SECRETARÍA DE CULTURA

La semana pasada, dentro del Coliseo Romano se celebró la reunión de ministros de Cultura del Grupo de los 20, al que pertenece México, país que estuvo representado por el embajador en Roma, Carlos García de Alba. También acudió al encuentro Enrique Márquez, director ejecutivo de Diplomacia Cultural de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Inexplicablemente, la Secretaría de Cultura no estuvo representada. Al inaugurar la reunión, Dario Franceschini, ministro de Cultura de Italia, dijo que “la pandemia nos ha hecho darnos cuenta de hasta qué punto la cultura es la savia de nuestras vidas. Las plazas vacías, los museos vacíos y cerrados, así como los cines, los teatros y las bibliotecas han hecho que nuestras ciudades sean tristes y aburridas. Por eso ahora sabemos que la cultura será la clave de la recuperación, el motor del crecimiento innovador, sostenible y equilibrado”. Pues sí, en Italia tal vez, pero en México, donde el gobierno manifiesta de manera tan obvia su desprecio por la cultura, en este sexenio no habrá tal recuperación.

SIN DINERO, CIERRA EL MACAY

Mauricio Vila Dosal, gobernador de Yucatán, es un panista que seguramente ignora que en la fundación de su partido estuvieron, además de Manuel Gómez Morin, miembro de la generación de 1915 y rector de la Universidad Autónoma de México (en ese tiempo no era nacional), destacados intelectuales como el también rector de la Universidad Nacional de México (todavía no era autónoma) Ezequiel A. Chávez, Jesús Guiza y Acevedo, Enrique Loaeza, Efraín González Luna y Juan Landerreche Obregón. Pero Vila Dosal está lejos de esos personajes, pues primero le redujo drásticamente el presupuesto al Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán, el MACAY, al que ahora, de plano, le retiró todo respaldo financiero con el aplauso de la secretaria de Cultura estatal, una tal Loreto Villanueva Trujillo. Ante la desesperante situación, Rafael Alfonso Pérez y Pérez, director del Museo, decidió clausurar en forma simbólica la institución, que, por cierto, es el único espacio dedicado al arte contemporáneo en todo el sur y sureste de México. En forma anónima se hizo llegar a esta columna una elocuente cuarteta: “En su combate al Macay,/ Se pasa el góber de mula,/ Pues Vila Dosal emula/ Al facho Millán Astray…” Sí, aquel espadón franquista que en la Universidad de Salamanca, en presencia de Ortega y Gasset, gritó: “¡Muera la inteligencia!”

70 AÑOS DE CIENCIAS POLÍTICAS

En 1951, con apenas 149 alumnos, inició sus actividades la Escuela Nacional (hoy Facultad) de Ciencias Políticas y Sociales, que con 12 mil estudiantes celebra su septuagésimo aniversario, bajo la dirección de la doctora Carola García Calderón, quien señaló que las décadas de los sesenta y setenta fueron las de mayor esplendor de la institución, con brillantes profesores, varios de los cuales cursaron posgrados en Europa, grandes pensadores de varios países invitados a ofrecer conferencias, una intensa y efervescente vida política e intelectual y la inolvidable cafetería a donde lo mismo iban los figurones del momento que las chicas más bellas de la UNAM. El plantel, en su nueva ubicación, sigue prestando grandes servicios a México y conserva vivo lo mejor de su espíritu. ¡Goooya!

¿LEER SÓLO POR OBLIGACIÓN?

Pues nada, que ahora Marx Arriaga ofreció una conferencia con el tema Formación de docentes lectores en la Escuela Normal (ni más ni menos), en la cual dijo que la lectura no debe ser “un puro acto de placer”. El no tan joven Marx (ya es cuarentón), director de Materiales Educativos de la SEP, calificó la lectura por gusto de “consumista”. Por tales desatinos, ya le dicen “Más Regada”. Lectores del mundo, uníos contra tanta estulticia y sigamos leyendo por puritito placer. ¡Carajo!