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Ecuador: primera elección del año

Francisco Guerrero Aguirre

Francisco Guerrero Aguirre

Punto de equilibrio

A pesar de la esperanza que ofrecen las diferentes vacunas contra el coronavirus, la ruta devastadora de la pandemia continúa. El primer mes de 2021 cierra con un saldo de más de 2.2 millones de personas que han perdido la batalla contra covid-19 y más de 104 millones de personas contagiadas en todo el mundo desde el descubrimiento del virus.

En este contexto complejo y delicado, el calendario electoral en el hemisferio inicia este año en Ecuador con la primera elección a celebrarse en nuestro continente. El próximo 7 de febrero, los ciudadanos acudirán a las urnas para elegir presidente, vicepresidente, así como representantes al Parlamento Andino y 137 asambleístas para renovar la Asamblea Nacional.

Participan 16 candidatos a la Presidencia de la República, 15 hombres y una mujer. El sistema electoral de Ecuador requiere que el ganador alcance, en primera vuelta, al menos el 50% de los votos, o 40% más 10% por delante del candidato en segundo lugar. En caso de no lograrse dichos porcentajes, está programada una segunda vuelta para el domingo 11 de abril.

Ecuador tiene más de 13 millones de votantes registrados, incluidos 410,000 ciudadanos habilitados para votar en el exterior. El voto es de carácter obligatorio para los ciudadanos entre 18 y 65 años de edad. Durante la más reciente contienda electoral hacia la Presidencia del país, la participación fue de alrededor de 80% de los votantes registrados.

Para observar el proceso, la OEA ha desplegado una Misión de Observación Electoral (MOE) encabezada por la exvicepresidenta y exministra de relaciones exteriores de Panamá, Isabel De Saint Malo. Esta es la MOE número 22 que la OEA despliega para observar elecciones en Ecuador.

Durante las últimas semanas, el equipo de expertos y observadores de la misión ha estado dando seguimiento permanente a temas clave en el desarrollo de los comicios, tales como la implementación de tecnología y los avances realizados en el proceso de organización electoral.

Como en oportunidades anteriores, la MOE seguirá de manera estricta los protocolos de bioseguridad establecidos, así como los lineamientos de la Guía para Organizar Elecciones en Tiempos de Pandemia, elaborada por el Departamento para la Cooperación y Observación Electoral (DECO). Por su parte, el Consejo Nacional Electoral de Ecuador aprobó, el pasado 12 de enero, el Protocolo General para la Prevención de la Propagación de covid-19 para las jornadas de primera y segunda vuelta.

La pandemia y las consecuencias derivadas de la emergencia sanitaria han marcado las plataformas de campaña de los candidatos, quienes, dadas las limitaciones para desarrollar campañas políticas de manera presencial, han debido trasladar sus estrategias hacia las redes sociales para lograr acercarse a los votantes.

Esta elección es crucial para el continente. Demuestra el compromiso cívico del pueblo ecuatoriano y es una muestra más de que la democracia no puede permanecer en cuarentena. La OEA estará presente a través de su Misión de Observación Electoral, ratificando su compromiso permanente con el ciclo electoral de 2021.

Las autoridades que resulten electas, gracias al voto mayoritario de sus compatriotas, tendrán enormes desafíos para articular las medidas necesarias para lograr la reactivación económica del país tras los estragos dejados por la emergencia sanitaria.

 

balance

Con la apertura del calendario electoral en América Latina, vale la pena recordar que, a pesar de las enormes complicaciones que trae consigo la pandemia, las elecciones son indispensables e insustituibles. Tal y como lo establece la Carta Democrática Interamericana, para mantener un sistema de gobierno legítimo es central: “la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo”.

A través de las Misiones de Observación Electoral, la OEA seguirá manteniendo su compromiso de velar por el fortalecimiento y desarrollo de las instituciones democráticas y los procesos políticos de la región.

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