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Un “cuento de hadas”, la estrategia para revertir la violencia

Francisco Garfias

Francisco Garfias

Arsenal

Gustavo Madero abrió su celular, buscó la aplicación de Twitter, localizó la cuenta de Donald Trump y tradujo tres mensajes que el presidente de Estados Unidos escribió sobre la masacre de la familia LeBarón en la frontera entre Sonora y Chihuahua. El senador panista leyó con énfasis el primer tuit del jefe de la Casa Blanca que dice:

“Los cárteles de la droga se estaban disparando unos a otros  con el resultado de que mucha gente de Estados Unidos resultó muerta, incluyendo niños y algunos desaparecidos”.

Madero, originario de Chihuahua, guardó su celular antes de opinar. El tono que usó era de impotencia, de indignación.

Contrastó la forma en que reaccionaron los presidentes de México y Estados Unidos ante la masacre de mujeres, niños y hasta bebés.

Dijo, en referencia a lo declarado por AMLO sobre la masacre: “Es frustrante que el gobierno de Estados Unidos ya esté diciendo qué pasó y el de México esté diciendo ‘vamos a averiguar qué pasó, no sabemos si fue una confusión o fue contra la familia…’”.

En los otros tuits que posteó el jefe de la Casa Blanca, de plano propuso que los dos países libren conjuntamente LA GUERRA –así, con mayúsculas— a los cárteles de la droga.

Más tardó Trump en proponerlo, que AMLO en rechazarlo: “En estos casos debemos actuar con independencia, conforme a nuestra Constitución”, dijo el mexicano, quien prometió resultados a Trump en la investigación sobre los LeBarón, que tienen nacionalidad gringa.

 *En la Unión Americana la noticia provocó comentarios ácidos y hasta burlones hacia la estrategia de “abrazos, no balazos” de AMLO. El senador republicano por Arizona, Tom Cotton, dijo que esa estrategia quizá funcione en un “cuento de hadas” para niños, pero en el mundo real, cuando tres mujeres jóvenes y seis niños son quemados vivos y asesinados, lo único que funciona contra las balas son más balas y más grandes”.

Ojo con lo que sigue: “Si el gobierno mexicano no puede proteger a los ciudadanos estadunidenses, entonces los Estados Unidos tendrán que tomar el asunto en sus manos”.

Otro republicano, el influyente Lindsey Graham, de plano dijo que prefiere visitar Siria, que “algunas partes de México”. Pero en la 4T siguen creyendo en el “cuento de hadas”.

¿Esto no cambia su estrategia? Le preguntaron al Presidente en la mañanera. “No, no, no. Nosotros pensamos que la violencia no se puede enfrentar con violencia”.

La mejor respuesta a  los comentarios de los gringos la dio Alex LeBarón: “¿Quieren ayudar? ¡Detengan el tráfico de armas hacia México!”, propuso en redes.

 

 *La historia de los LeBarón en México ha sido de tragedia. En 2009 secuestraron a Eric. Pidieron un rescate de un millón de dólares.  La familia se rehusó a pagar.
A las dos semanas lo liberaron, pero un mes después asesinaron a dos de ellos. Diez años después les mataron a dos bebés de seis meses, cuatro niños y a tres jóvenes mamás.

Alex LeBarón escribió en redes que sobrevivieron seis niños en la masacre de La Mora: un bebé; otros cuatro que están estables y uno más en cirugía por un balazo en el rostro.

A la familia mormona se le dio protección con elementos de la Policía Federal durante años. Hubo versiones de que se les retiró ese apoyo con la llegada de AMLO a Palacio. Pero otro LeBarón, Julián, lo desmintió. Éste se entrevistó con Alfonso Durazo. El secretario de Seguridad le dijo que tenían tres detenidos involucrados en esa atrocidad.
Lo que es un hecho es que la familia LeBarón no está contenta con la 4T.

“Hay desgobierno. Tenemos un Estado fallido. No vemos una estrategia de seguridad. No respetan infantes, mujeres.  Estamos en un precipicio”, puntualizó Alex.

Mario Delgado dice que el gobierno hace grandes esfuerzos por revertir la tendencia violenta que vivimos. Alfonso Durazo patea el bote y justifica: “No vamos a revertir tendencias de la noche a la mañana” y jura que la estrategia “avanza”.

Pero la realidad  tiene otros datos: 2019 se perfila como el año más violento. A las estadísticas me remito. El cambio de estrategia es urgente. No se pueden dar abrazos a asesinos de niños y mujeres.

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