Olímpicos

Los Juegos Olímpicos siempre son bocanadas de esperanza, júbilo, orgullo. Tensan los nervios, son válvulas de escape de realidades nada alentadoras en México y en el mundo... Nos dan la oportunidad de repasar la historia, de recapitular a los atletas que destacaron por ...

Los Juegos Olímpicos siempre son bocanadas de esperanza, júbilo, orgullo. Tensan los nervios, son válvulas de escape de realidades nada alentadoras en México y en el mundo...

Nos dan la oportunidad de repasar la historia, de recapitular a los atletas que destacaron por un récord, por una frase, por un gesto, porque levantaron el puño o la voz en contra de las injusticias políticas y las desigualdades sociales, o los que murieron por actos terroristas; pero también de recordar que los conflictos bélicos, los líderes autoritarios, la violación a las garantías individuales, incluso, los escándalos de corrupción en el deporte siguen al acecho.

Ver competir a nuestros atletas favoritos es toda una experiencia. Sufrimos con ellos, igual nos entran los nervios, nos volvemos sus entrenadores y les decimos —desde el sillón de la casa—, qué hacer o cómo moverse, nos volvemos expertos en la disciplina y, si avanzan a la semifinal o logran medalla, gritamos y brincamos de júbilo. Volvemos, incluso, a conectar con la familia.

Ellos, mientras compiten, nos hacen olvidar los horrores de nuestro tiempo: los desplazados por la pobreza, por los desastres naturales y por el crimen organizado (los chiapanecos refugiados en escuelas de Guatemala son un ejemplo); la violencia y polarización que provocan los líderes autoritarios (como en Venezuela) y las guerras que no dan tregua en Ucrania, Rusia, Israel y Palestina.

En cada disciplina se construye un ídolo, hay historias de vida que impactan, que conmueven. Son ejemplo, son motivación en el mundo. Y los atletas mexicanos son héroes, porque han desafiado circunstancias adversas para llegar ahí.

Entonces, si Prisca Guadalupe Awiti, Osmar Olvera y Juan Manuel Celaya; Alejandra Valencia, Ana Paula Vázquez y Ángela Ruiz; Uziel Muñoz, Marco Alonso Verde, Alexa Moreno y Alan Cleland nos hacen brincar de alegría y nos ayudan a motivar a nuestros hijos (son ejemplo de tenacidad y esfuerzo para los míos, Matías y Gabriel), ¿por qué escatimar sus logros?

“Ya tenemos menos cuatro, gimnasia, clavados, el surf…” Qué mezquina y desafortunada declaración de la presidenta de la Conade, Ana Gabriela Guevara, la que negó las becas a los deportistas, la que se burló de las medallistas de oro en el Mundial de Natación 2023, Nuria Diosdado y Joana Jiménez, cuando les dijo: “Por mí, que vendan calzones, Avon o Tupperware”.

Ella está en París, pero no para apoyar a los y las mexicanas que nos representan, sino para probar el menú del Au Pied de Cochon, uno de los restaurantes más emblemáticos de esa ciudad. Ahí, la han visto y fotografiado.

“Son Juegos Olímpicos y aquí no se viene a inventar, sino a competir y a pelear por los mejores lugares. Hemos tenido participaciones decorosas. Había apuestas de medallas en algunas participaciones (…) se compite al alto nivel”, dijo Guevara.

Ojalá los hubiera apoyado con recursos, con sus becas, con instalaciones decorosas y de primer mundo para sus entrenamientos. Pero no.

“No puedes perder lo que no construiste. Y cuando tú no construiste para que ellos llegaran con muchísima más facilidad a París y prefieres apoyar a alguien que está señalado de corrupción en lugar de a tus atletas, qué puedo decir…”, le contestó Marijose Alcalá, presidenta del Comité Olímpico Mexicano (COM).

“Todavía hay mucho, mucho que ver, así que sigan apoyando a los atletas mexicanos; felicítenlos mucho, quiéranlos mucho, y todos nosotros debemos estar en las buenas y en las malas, por que ellos son los que defienden a nuestra bandera y dan la cara por nosotros”, invitó Marijose. Y así debe ser.

Que no se nos olvide que sus méritos individuales son orgullo de todos, son éxito nacional.

DM

¿Sabía usted que desde México 68, 22 mexicanas han subido al podio en atletismo, ciclismo, taekwondo, clavados, tiro con arco? Soraya Jiménez fue la primera mujer en obtener medalla de oro para nuestro país, en Sídney 2000; antes que ella solo Pilar Roldán (esgrima) y María Teresa Ramírez (natación) habían sido galardonadas con platas en México 1968 (Excélsior, 31/07/2024).

El deporte mexicano hasta hoy domingo cuenta con 76 preseas (13 oros, 26 platas y 37 bronces), de las cuales 21 han sido en pruebas femeniles y una mixta.

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