La otra pandemia

El concepto de verdad absoluta es un acto de fe,

lejos de la razón…

Karl Raimund Popper, filósofo y politólogo

Para el escritor y periodista Gabriel García Márquez “la primera función del periodismo es la verdad, porque vivimos en un mundo lleno de mentiras…”.

Y así es, hoy se siembra la idea del sesgo mediático, se insinúa que el conservadurismo, la ideología y los intereses se disfrazan de periodismo. Desde el púlpito del poder político se habla de manipulación, se fomentan las verdades a medias y se atiza la posverdad.

Vivimos la otra pandemia, “la de una verdad única, incontrovertible, a la que, para serlo, le bastaba con sólo ser pronunciada, al margen de los hechos, las consecuencias y, por supuesto, al margen de la memoria que las hemerotecas contienen”, cito las palabras de mi compañera periodista Ivonne Melgar.

Para contrarrestar esa pandemia, García Márquez nos recordaría que un periodista “tiene que tener todos los días la escopeta cargada, con el gatillo montado para matar lugares comunes”.

El oficio del periodismo resulta fundamental para la consolidación y supervivencia de la democracia, ha dicho Jon Lee Anderson, periodista especializado en temas latinoamericanos y que publica en The New Yorker.

“Nos damos cuenta de eso por la forma en la que los populistas, los autócratas, los dictadores, apenas toman el poder, atacan al periodismo. De país en país, y no solamente en nuestra región de las Américas, los autócratas buscan minar la legitimidad, extinguir del todo el periodismo independiente, libre, para que sólo quede su voz o versión de las cosas”, dijo en una entrevista a la revista digital Tres Puntos, de la Agencia Informativa de la Universidad de Monterrey, integrada por alumnos de periodismo y comunicación.

La reflexión sobre el quehacer periodístico es obligada, por el contexto que vivimos, porque hoy las cosas sólo se ven desde dos polos, dos visiones de país; conmigo o contra mí.

“Los periodistas son blancos fáciles para los autócratas porque cuestionan, porque revelan cosas y porque dejan inquieta a la población. La gente tiende a querer ver las cosas en blanco y negro, y por eso los populistas muchas veces ganan más seguidores”, cito nuevamente a Jon Lee Anderson.

Ivonne Melgar nos recuerda que para quienes se resisten a perder la memoria, “una mañana hubo una gran oferta: vénganse a la verdad única y ustedes también serán redimidos y aplaudidos. Pero si no lo hacen, aténganse a la verdad única…”.

Melgar ha decidido reivindicar el derecho a la memoria de reportera, a contar la biografía política de una candidata a la Presidencia de la República, pero también de un tramo de nuestra historia reciente.

“Los reporteros sólo aspiramos a contar lo que nos consta y a reconstruir los acontecimientos con los testimonios de quienes los han protagonizado. Para una reportera acostumbrada al gozo de la efímera cosecha cotidiana por una nota, una crónica, un reportaje o una entrevista, saber que este libro es la suma de todo eso es como sentir que todavía es posible salvar nuestra memoria, la construida entre las verdades de todas y todos, la memoria en la que los hechos, las consecuencias y la biografía política sí importan”, dijo durante la presentación de su trabajo periodístico.

Y como ante toda pandemia se busca un antídoto, cito a Jon Lee Anderson para cerrar esta reflexión colectiva:

“En los países en los que falta un Estado de derecho, hace falta más periodismo para saber lo que está pasando. La mayoría del periodismo es sano y simplemente nos acompaña en la vida: dibuja el paisaje a nuestro alrededor, la cotidianidad de cada sociedad pero, de vez en cuando, es como la quimioterapia que nos hace falta para purgar los virus que padecen, a veces, las sociedades”.