Salud en contexto de movilidad

La Estrategia Nacional para la Atención a la Salud de Personas en Contexto de Movilidad Humana tiene como objetivo garantizar el acceso a servicios de salud, seguros oportunos e interculturales.

La movilidad humana es un fenómeno apegado a la historia de las sociedades que se manifiesta en forma constante y diversa, abarcando dimensiones culturales, sociales, económicas, políticas y ambientales.

Particularmente, en el contexto mexicano, esta movilidad adquiere relevancia al encontrarse México en una posición geográfica estratégica como territorio de origen, tránsito, destino y retorno de personas en situación de migración; la movilidad humana es un término genérico que abarca todas las diferentes formas de movimiento de personas, desplazamiento de un lugar a otro, sea dentro de su propio país o de carácter internacional, de forma voluntaria o forzada.

De acuerdo con el informe 2024 de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), existen al menos 281 millones de migrantes internacionales, lo que representa 3.6% de la población mundial; las circunstancias que enfrentan los migrantes durante el tránsito por diferentes regiones en busca de su destino, les condiciona a situaciones de vulnerabilidad, como el carecer de documentación que certifique su personalidad jurídica, falta de acceso a servicios de atención a la salud, limitados recursos económicos y falta de redes de apoyo social que impactan en la salud, agravando padecimientos preexistentes.

En este sentido, el gobierno de México dispone de experiencia en la asistencia sanitaria, por lo que en el marco jurídico existente se reconoce el derecho a la salud de las personas en movilidad, a través de diversos instrumentos internacionales, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), que sentó las bases para garantizar los derechos fundamentales de todas las personas, sin importar su raza, color, género, idioma, religión, origen o cualquier otra condición y, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), tratado clave de la ONU que México ha ratificado, y partiendo también de instrumentos nacionales como la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y Leyes, General de Salud y de Migración, que obligan al estado mexicano a garantizar estos derechos a todas las personas sin distinción alguna, todo ello es trascendental.

La reciente presentación de la Estrategia Nacional para la Atención a la Salud de Personas en Contexto de Movilidad Humana, bajo una perspectiva de Derechos Humanos, tiene como objetivo el de garantizar el acceso a servicios de salud, seguros oportunos, interculturales y con pertinencia comunitaria, reconociendo la diversidad de contextos sociales, económicos y culturales de la población en movilidad, así como su potencial para contribuir al desarrollo e integración social, con base a ejes estratégicos transversales que incluyen la gobernanza, atención primaria a la salud, determinantes sociales de la salud y curso de vida, en atención a seis objetivos que incorporan: la atención sin barreras, asegurando un acceso libre de estigma y discriminación; habilidades para la salud, impulsando el autocuidado y promoción de la salud; prevención y control, fortaleciendo la prevención de enfermedades transmisibles y no transmisibles; salud sexual y reproductiva, intensificando la atención comunitaria con perspectiva de género; salud mental y apoyo psicosocial, fortaleciendo los mecanismos de detección y referencia e información para la acción, diversificando el monitoreo y los sistemas de formación.