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El home office, en ruta de consolidación con el proyecto de la NOM-037

Columnista Invitado Nacional

Columnista Invitado Nacional

Andrés Rodríguez Rodríguez
Abogado Socio de Santamarina y Steta

 

La pandemia causada por covid-19 ha sido una dura, pero muy aleccionadora prueba de fuego que permite a empresas y trabajadores darse cuenta que el teletrabajo o home office no es perjudicial, sino productivo cuando se toma con la seriedad debida, que ha sido en la mayoría de los casos, por lo que la nueva Norma Oficial Mexicana NOM-037, cuyo proyecto fue publicado recientemente, deberá fortalecer el teletrabajo.

El 15 de julio de 2022 fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-037-STPS-2022 que establece las condiciones de seguridad y salud en la referida modalidad y deriva de la reforma a la Ley Federal del Trabajo en materia de teletrabajo de enero de 2021. El proyecto tiene 60 días naturales para que sea publicado en su versión final y a partir de entonces, contará con otros 180 días naturales para que las obligaciones y condiciones que contiene entren en vigor legal, es decir, hacia finales del primer semestre de 2023.

El objetivo primordial es la protección de los trabajadores, dotarlos de mayores garantías y esto implica que los empleadores deberán estar muy al pendiente de sus nuevas obligaciones. Se trata de un cambio de cultura laboral con implicaciones presupuestales para las organizaciones, pues también conlleva inspecciones por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y, eventualmente, sanciones económicas por incumplimiento.

A pesar de que es un proyecto, considero que deberá ser tomado como prácticamente la versión final. Es muy difícil que, cuando un proyecto es publicado, se modifique de manera importante, sobre todo porque se invirtió año y medio en discutirla por parte de las autoridades, iniciativa privada y organizaciones de la sociedad civil.

El proyecto de NOM-037 es resultado de una nueva realidad en el país. Ya había estudios muy específicos de que había que analizar soluciones para los problemas de tráfico vial e inseguridad, sobre todo en las grandes ciudades. Antes de la pandemia, algunas empresas manejaban, si no el home office, sí horarios de trabajo flexibles; por ejemplo, los viernes se otorgaban para que el personal pudiera seguir trabajando desde su casa, sobre todo en actividades intelectuales que no requieren presencia física al 100% en el centro de trabajo.

El proyecto de NOM-037 establece elementos mínimos para que el teletrabajador pueda desarrollar sus tareas en condiciones óptimas. Por ejemplo, tener una silla ergonómica que garantice una postura corporal adecuada; parece un tema menor, pero quien está sentado las 8 horas diarias de la jornada laboral, a la larga puede sufrir enfermedades serias y estrés si la silla no es adecuada para sus labores; el proyecto también considera los riesgos de trabajo en un domicilio, las reglas de contacto que garanticen que no haya aislamiento social y se pierda el sentido de pertenencia. Los empleados también tendrán derecho a la desconexión, es decir, no pretender desde la empresa que responda llamadas fuera de su horario de trabajo, en horarios de comida o días de descanso, etcétera.

Lo cierto es que la pandemia, aunque muy lamentable por sus consecuencias funestas por la pérdida de la vida de millones de seres humanos, en el ámbito laboral permitió verificar que la mayoría de los trabajadores sí aprovechan el tiempo y son productivos en esta modalidad de trabajo a distancia desde su casa.

Deberemos estar atentos, pues a la publicación de la NOM-037 y a su entrada en vigor y, por supuesto, a la manera en que tanto las disposiciones relativas al teletrabajo y las reglas que contiene esta NOM-037 terminan de aterrizar para, en su caso, terminar de evaluar el impacto que tiene esta modalidad de trabajo en la sociedad y en la cultura de nuestro país.

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