El deporte mexicano en 2025: talento, política pública y un nuevo impulso institucional

Columnista invitado adrenalina
Óscar del Cueto García

El año 2025 quedará en la memoria del deporte mexicano como un periodo de resultados excepcionales, de construcción de bases más sólidas para el desarrollo atlético y de consolidación del deporte como política pública prioritaria del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. En el marco de la 50ª edición del Premio Nacional del Deporte 2025, entregado por la mandataria el pasado 28 de noviembre en el Patio Central de Palacio Nacional, México rindió homenaje a las figuras que con su esfuerzo, disciplina y resultados han puesto en alto el nombre de nuestra nación ante el mundo.
Los 16 galardonados de este año representan la diversidad y la excelencia del deporte mexicano en todas sus manifestaciones. En ciclismo profesional, Isaac del Toro encabezó la lista por su campaña histórica en competiciones internacionales, consolidándose como uno de los mejores exponentes de una generación que hoy desafía los límites del deporte mundial.
En el ámbito no profesional, brillaron la arquera Andrea Maya Becerra Arizaga, los atletas Alegna Aryday González Muñoz y Uziel Aarón Muñoz Galarza, así como el clavadista Osmar Olvera Ibarra, quien además de repetir su excelencia en competencias globales refuerza la tradición de México en clavados.
El deporte paralímpico también fue protagonista, con Luis Carlos López Valenzuela y Osiris Aneth Machado Plata siendo distinguidos por sus logros en paratletismo, lo que subraya el creciente reconocimiento y apoyo a la práctica deportiva sin barreras.
Además, el reconocimiento se extendió a entrenadores como Alejandro Laberdesque Vázquez y Karen Selene Montellano Ruvalcaba, a árbitros y jueces como Araceli Ornelas Caballero y Leslie Selene Velasco González, así como a figuras cuya trayectoria ha marcado el rumbo de disciplinas tradicionales y emergentes, tales como Gabriela Agúndez, Donovan Carrillo, José Arnulfo Castorena y la ultramaratonista María Lorena Ramírez Nahueachi.
Estos reconocimientos no son un acto ceremonial aislado, sino parte de una estrategia más amplia y sostenida del gobierno federal para consolidar al deporte como un eje de política pública que aporta al bienestar colectivo, la cohesión social y la proyección internacional de México. En 2025, bajo la dirección de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), se implementaron acciones orientadas a fortalecer la competitividad de nuestros atletas: se incrementaron significativamente las becas de alto rendimiento, se reorganizó la atención a federaciones deportivas y por primera vez se estableció la participación activa de deportistas en la elección de sus dirigentes.
La presidenta Sheinbaum ha reiterado que estos reconocimientos simbolizan más que medallas o diplomas; representan el valor de la disciplina, el compromiso social y el ejemplo moral que la juventud mexicana necesita para trazar su camino con determinación y orgullo. Su discurso ante los galardonados en Palacio Nacional enfatizó que México se siente orgulloso de quienes compiten con pasión y que cada logro es una luz de esperanza para las nuevas generaciones.
Por otra parte, la política pública para el deporte ha ido más allá de los centros de élite. El gobierno ha promovido iniciativas para acercar la práctica deportiva a las comunidades, integrando la actividad física en los espacios públicos y fomentando la inclusión y la participación social. Estas políticas, alineadas con un enfoque de salud pública y desarrollo integral, refuerzan la idea de que el deporte no es un lujo de pocos, sino un derecho y una oportunidad para todos.
Al concluir este año, podemos afirmar que el deporte mexicano no sólo se consolidó en escenarios globales, sino que se ha fortalecido institucionalmente. El desafío ahora es sostener este impulso, garantizar que las políticas públicas sigan acompañando el desarrollo de nuestros atletas y ampliar la base social que reconoce y practica el deporte como parte de una vida activa, saludable y con sentido de comunidad.
México en 2025 es un ejemplo de que, cuando se conjugan talento, visión estratégica y compromiso gubernamental, el deporte deja de ser un ideal aspiracional para convertirse en un proyecto nacional de progreso.