Feminicidios y violencia de género

La violencia es uno de los mecanismos usados para coaccionar a la mujer a una situación de subordinación hacia el hombre. La violencia contra las mujeres abarca una amplia gama de actos, desde acoso verbal y otras formas de abuso emocional, al abuso físico o sexual cotidiano. En el extremo del espectro está el feminicidio: el asesinato intencional de una mujer, por el hecho de ser mujer. Los feminicidios son un problema social y de salud pública

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la violencia contra la mujer es un importante problema de salud pública y una violación a los derechos humanos. Para las mujeres en muchas partes del mundo, la violencia es una de las principales causas de lesiones y discapacidad y un factor de riesgo de sufrir otros problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva.

Las estimaciones mundiales publicadas por la OMS indican que alrededor de una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de su pareja en algún momento de su vida. Un 38% de los asesinatos de mujeres que se produce en el mundo es cometido por su pareja masculina.

En México, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el número de feminicidios se ha incrementado de manera dramática en los últimos años. En 2015, se registraron 420; y de éstos, 57 fueron cometidos con arma de fuego; 79 con arma blanca; 231 con algún “otro elemento”; mientras que 53 casos se encuentran como “no especificados”. En 2016, el número de feminicidios creció a 621 casos, es decir, 47% más que el año anterior. Para 2017, las cifras crecieron aún más: 708 feminicidios, es decir 17% más arriba que el año anterior, y casi 70% más a la cifra registrada en 2015. Finalmente, el año pasado se registró una nueva cifra récord, con 861 casos, 21% más que en 2017.

Una cifra oficial aún más alarmante es la que tiene que ver con cuáles son los estados del país con mayor número de feminicidios. De enero a noviembre de 2018, el Estado de México alcanzó los 94 casos; Veracruz reportó 85; Nuevo León, 74; Chihuahua, 48; Sinaloa y CDMX reportaron 38 casos cada uno, y Puebla, 30 casos. De estos estados, sólo cuatro se encuentran bajo el protocolo de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM): Edomex, Veracruz, Nuevo León y Sinaloa.

LA AVGM se aprobó por el Congreso de México para establecer los mecanismos de defensa y tipificación del delito. Sin embargo, éstos continúan registrándose aún en los estados donde la alerta ya ha sido emitida.

Los reportes oficiales son muy claros en señalar que existió relación del feminicida con la víctima, que las mujeres en la mayoría de los casos fueron asesinadas a balazos, que muchos de estos crímenes fueron cometidos en casa de las víctimas o en la de los victimarios, y que son mujeres jóvenes entre 18 y 30 años de edad. Una situación social muy dramática.

La muerte violenta de mujeres por razones de género está tipificada como feminicidio a nivel estatal y federal. El año pasado, la ONU, a través del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), externó su preocupación en su último reporte y señaló que pese a los esfuerzos del gobierno de México aún se requieren adoptar medidas “urgentes” para prevenir, investigar y juzgar las muertes violentas y desapariciones de mujeres en nuestro país. El informe elaborado por 23 expertos indica que las mujeres y niñas mexicanas siguen siendo blancos de la inseguridad, violencia, crimen organizado y tráfico de drogas.

Hace unos días, la diputada local de Morena en Veracruz, y, además, secretaria de la Comisión para la Igualdad de Género, Ana Miriam Ferráez Centeno, recomendó que haya un toque de queda en el estado para evitar que se registren más feminicidios. De acuerdo con un video, la diputada dijo en entrevista que, como medida de prevención “para evitar más violencia y cuidar a las mujeres”, éstas deberían permanecer en su casa después de las 10 de la noche. Señora diputada: la violencia tiene consecuencias a largo plazo para estas mujeres y sus hijos, así como costos sociales y económicos para toda la sociedad. Y si lee completos todos los informes y cifras oficiales, es claro que los feminicidios evidencian los niveles de impunidad en la violencia contra las mujeres. Para sus futuras decisiones legislativas, le pedimos sea usted más prudente.

Para la salud pública como campo interdisciplinario, el reto es innovar en políticas públicas y programas para un abordaje integral, dada la complejidad de este problema social. Para avanzar en el compromiso de lograr una vida libre de violencia es necesario incidir en la transformación de los determinantes sociales. El feminicidio es la forma más extrema de la violencia que vulnera el derecho a la vida de las mujeres por ser mujeres y les impide el disfrute de todos los demás derechos.

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