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Movilidad: CDMX y zona metropolitana

Antonio Toca

Antonio Toca

Nuestra ciudad

Uno de los más graves problemas que tenemos, no sólo en nuestra ciudad, sino también en la Zona Metropolitana, es la movilidad; como lo ha revelado la reciente Encuesta de Origen-Destino en Hogares de la Zona Metropolitana del Valle de México (inegi.eod).

Se ha avanzado mucho para mejorarla con el Metro, Metrobús y las ecobicis; pero aún queda mucho por hacer.

En un día se realizan 6.60 millones de viajes en automóvil y de seis a nueve de la mañana se tiene la mayor circulación hacia el trabajo y las escuelas.

Para agravar eso, más de cuatro millones de viajes se realizan entre las siete y las ocho. Una posible solución es escalonar los horarios de entrada al trabajo; de seis a diez de la mañana. Para eso es necesaria la colaboración de organizaciones públicas y privadas.

De los 15.57 millones de viajes en transporte público en la Zona Metropolitana del Valle de México, prácticamente tres de cada cuatro son en microbús o combi, que son transportes ineficientes.

Para mejorar esos viajes es necesario: promover que las siete líneas del Metro que están subutilizadas por debajo de su capacidad se prolonguen para incrementar su número de usuarios; construir estacionamientos para autos, motos y bicicletas en las terminales y estaciones del Metro con mayor cantidad de usuarios, para poder utilizarlo con más comodidad, y líneas de autobuses, que lleguen a las estaciones más saturadas del Metro.

La circulación de 3.5 millones de autos en el Valle de México se puede mejorar con algunas acciones sencillas: sincronizar los semáforos en vialidades primarias; prohibir estacionarse sobre avenidas; prohibir la circulación de las 6:00 a 22:00 horas de camiones de carga y tráileres —algunos de doble caja— en áreas centrales de la ciudad, y en muchas avenidas, algunos en exceso de velocidad, causando bloqueos, o con materiales peligrosos– que así tendrían ocho horas para circular y maniobrar en la noche; identificar —si no se ha hecho— los puntos conflictivos, cruces, angostamiento de calles, entradas y salidas al Segundo Piso, porque muchos se pueden solucionar —como se hizo en avenida Constituyentes con pasos a desnivel—; ampliar el programa de ecobicis y reglamentar a los motociclistas, porque muchos circulan de un carril a otro, van en sentido contrario, o no respetan señales de tránsito.

A nivel metropolitano es fundamental tener una verdadera colaboración entre gobiernos que son políticamente diferentes —que no es fácil—, pero es urgente para construir, con recursos del Fondo Metropolitano, las prolongaciones del Metro hacia el Estado de México desde las terminales El Rosario, El Toreo, Indios Verdes, La Paz y Pantitlán, con un programa de 2020 a 2040.

Del total de viajes de los municipios conurbados, cerca de 2.25 millones (12.6 por ciento) se realizan hacia la Ciudad de México, y cada persona malgasta entre dos y tres horas en ir y regresar, y una parte importante de su salario.

Ésa es la situación más injusta de movilidad en la Zona Metropolitana y la que afecta a millones de personas a las que no se ha atendido ni informado.

Del total de viajes diarios en el Valle de México, 11.15 millones se hacen caminando. Por eso es urgente promover la seguridad de los peatones, mejorando las banquetas, la señalización y los pasos de cebra.

Como el pretexto para actuar siempre es la falta de recursos, es necesario un impuesto al consumo de gasolina en la Zona Metropolitana del Valle de México —y en las principales del país— para financiar la modernización de los sistemas de transporte público.

Eso es urgente y ayudaría a que millones de personas no sean inmovilizadas diariamente.

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