Sin maquillaje/ arlamont@msn.com/ 27 de marzo de 2024
SOCIALISMO O LIBERALISMODon Alfred, ¿qué sistema es mejor?, ¿cuál es más humanista, el socialismo o el liberalismo? Me gustaría saber qué piensa al respecto, sobre todo en estos momentos donde vamos a tener que escoger entre dos opciones para el próximo ...
- SOCIALISMO O LIBERALISMO
Don Alfred, ¿qué sistema es mejor?, ¿cuál es más humanista, el socialismo o el liberalismo? Me gustaría saber qué piensa al respecto, sobre todo en estos momentos donde vamos a tener que escoger entre dos opciones para el próximo sexenio.
R. Así es, don Saúl, vamos con sólo dos opciones. Le comparto los principios de ambos en una forma sencilla: El socialismo, no comunismo, tiene como objetivo crear una sociedad más igualitaria mediante la redistribución de la riqueza y los recursos, lo cual se puede lograr a través de la fiscalidad progresiva, programas sociales, como el bienestar y la atención médica universal, y la propiedad gubernamental de industrias clave. De lo más atractivo para nosotros es que este modelo proporciona una red de seguridad social, reduce la pobreza y la desigualdad de ingresos, garantizando que se satisfagan las necesidades básicas de todos los ciudadanos. La crítica es que puede sofocar el crecimiento económico y la innovación, debido al control del gobierno; aducen que puede disminuir el incentivo individual para trabajar duro y depende en gran medida de una gestión eficiente del gobierno.
El liberalismo promueve la libertad individual y la libertad económica. Cree que un mercado libre con una intervención gubernamental mínima conduce a la prosperidad y beneficia a todos a largo plazo. Se aduce que fomenta la innovación y el crecimiento económico, permite a las personas perseguir sus propios objetivos, promueve la competencia y la eficiencia. Posibles inconvenientes: puede conducir a la desigualdad de ingresos, ya que algunas personas se benefician más de un mercado libre que otras, pueden no proporcionar redes de seguridad social adecuadas para aquellos que luchan, la intervención gubernamental limitada podría no abordar problemas, como la contaminación o los monopolios. Le comparto estos ejemplos del mundo real, donde muchos países incorporan aspectos de ambos sistemas. Por ejemplo: Países nórdicos: a menudo vistos como socialdemocracias, combinan elementos de un mercado libre con fuertes redes de seguridad social financiadas a través de altos impuestos.
Estados Unidos: se inclina más hacia el liberalismo, con un fuerte énfasis en la libertad individual y un mercado libre, pero también tiene programas sociales, como el Seguro Social y Medicare.
Ambos ejemplos tienen una gran confianza en sus estructuras de justicia, con mínimos problemas de corrupción.
- LA LUNA COMO TERRENO
¿A quién pertenece la Luna, quién tiene derecho comercial?
R. Muy interesante concepto. Le comparto que, por el momento, nadie tiene derecho ni propiedad y sólo se cubren los conceptos básicos absolutos, comenzando con el Tratado del Espacio Ultraterrestre, en el que la mayoría de las naciones han acordado que nadie puede reclamar territorio en el espacio, la Luna debe usarse sólo con fines pacíficos y las armas nucleares no están permitidas en el espacio. El Convenio de Registro requiere que los estados registren las trayectorias orbitales de sus naves espaciales con la ONU para ayudar a prevenir colisiones. Y el Acuerdo de Rescate requiere que los estados ayuden a los astronautas en peligro, independientemente de dónde sean. El Convenio de Responsabilidad Espacial dice que las naves espaciales son responsabilidad del país desde el que se lanzan, ya sean públicas o privadas. Eso significa que depende de un país decidir si una empresa puede lanzar restos humanos, latas de refrescos, tardígrados o cualquier otra cosa a la Luna (bajo las regulaciones de EU, cualquier carga útil puede ir siempre y cuando sea segura de lanzar y no una amenaza para la seguridad nacional). Lo que no está cubierto por esas leyes es si está bien tallar un logotipo publicitario gigante en una cuenca lunar, restos interhumanos o dejar baratijas de marca en la Luna, extraer puntos de referencia lunares icónicos o enviar turistas al lugar de aterrizaje del Apolo 11 para que sigan los pasos de Neil Armstrong. Y todas ésas son posibilidades muy reales. La ley espacial y la ética espacial son trabajos urgentes en curso.
