Falleció de dengue Cosío Vidaurri; tenía 90 años

CIUDAD DE MÉXICO.

El 22 de abril de 1992, con el estallido del Sector Reforma en Guadalajara, la carrera política de Guillermo Cosío Vidaurri, entonces gobernador del Estado de Jalisco se fue a pique. El presidente Carlos Salinas de Gortari lo envió como embajador de México a Guatemala.

La clase política del estado de Jalisco tenía preparado un homenaje para el próximo 20 de noviembre, día de la Revolución Mexicana en honor del priista, en el legendario Teatro Degollado.

Ayer, a los 90 años de edad —los cumplió el 4 de septiembre—, el político jalisciense, considerado por muchos como el de mayor importancia en el siglo XX, falleció por complicaciones de neumonía y el dengue que padeció desde octubre pasado.

El día de la tragedia en pleno corazón tapatío —producida por una batería de explosiones de gasolina que se fue acumulando en el sistema de alcantarillado de la ciudad—, el saldo oficial fue de 212 muertos, 69 desaparecidos, mil 800 lesionados; la destrucción en al menos 8 kilómetros de calles, la de Gante fue la más dañada y afectaciones en más de mil viviendas; 450 comercios, 100 escuelas y más de media milla de autos. Entonces Cosío Vidaurri tuvo que pedir licencia.

La sociedad tapatía acusó que el entonces gobernador, de origen priista, había sido negligente ante la acumulación del combustible en el subsuelo y que obras relacionadas con el caso las había entregado a familiares y amigos.

En 1985, cuando Guillermo Cosío era diputado federal por segunda ocasión (la primera fue entre 1976 y 1979), su apellido paterno saltó a la fama mundial. Sara Cosío, hija de su hermano Octavio César Cosío Vidaurri, se había relacionado sentimentalmente con Rafael caro Quintero, un sinaloense afincado en Guadalajara y uno de los líderes del Cártel de Guadalajara, que hicieron escuela en la delincuencia organizada.

Cosío Vidaurri, antes del estallido en el Sector Reforma, había tenido una trayectoria política en ascenso. Entre marzo y octubre de 1981, acompañó como secretario general del PRI a Javier García Paniagua, que era su líder nacional.

Después fue director del Sistema de Transporte Colectivo Metro, en la ciudad de México, entre 1982 y 1983, cuando el regente del entonces Departamento del Distrito Federal (actualmente ciudad de México) era Ramón Aguirre Velázquez.

Años atrás, entre 1971 y 1973, el fallecido político había sido alcalde de Guadalajara. Y fue entonces cuando había empezado a cobrar fama de político de altos vuelos.

Familiares confirmaron el deceso la mañana de ayer miércoles por un paro respiratorio, tras una larga estancia en un hospital donde era atendido por dengue, el cual se complicó con una neumonía.

Le sobreviven sus hijos Guillermo, Salvador e Idolina Cosío Gaona, quienes recibieron a lo largo de ayer  innumerables condolencias de la comunidad política, social y empresarial que hoy se reunirá en el exrecinto Legislativo del Palacio de Gobierno, para rendirle un homenaje de cuerpo presente, como así se afirma ocurrirá en la sede del PRI en Jalisco, para luego ser inhumado en un panteón del poniente de la ciudad jalisciense.

Con información de
Moisés Mora y Notimex