Bar difunde ubicación de alcoholímetro y divide opiniones en Morelia

El Bar Miami en Morelia generó polémica al difundir en sus pantallas la ubicación de un alcoholímetro. 

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Críticos advierten que estos avisos pueden incentivar conductas irresponsables.Redes sociales

El “Bar Miami”, ubicado sobre la avenida Chapultepec Sur, en Morelia, Michoacán, se convirtió en el centro de la polémica luego de que en sus pantallas se difundieran mensajes alertando a los clientes sobre la ubicación de un punto de alcoholímetro, específicamente en la bajada del Ramal Camelinas.

La acción generó un intenso debate entre la ciudadanía, pues mientras algunos lo interpretaron como una medida de apoyo para evitar sanciones y facilitar traslados seguros, otros señalaron que este tipo de avisos pueden incentivar conductas irresponsables, al promover que personas bajo los efectos del alcohol intenten evadir los operativos.

Opiniones encontradas entre clientes y sociedad

Para un sector de los asistentes, la difusión de la ubicación del alcoholímetro representa una forma de “informar” y prevenir multas, además de permitir que quienes han consumido bebidas alcohólicas tomen decisiones rápidas sobre su movilidad. 

Sin embargo, voces críticas advierten que esta práctica puede tener consecuencias graves, ya que alienta a que personas en estado inconveniente busquen rutas alternas, aumentando el riesgo de accidentes viales.

El debate se trasladó a las redes sociales, donde usuarios cuestionaron el papel de los establecimientos en la promoción del consumo responsable. Algunos señalaron que bares y restaurantes deberían enfocarse en fomentar la seguridad de sus clientes, en lugar de ofrecer información que podría ser utilizada para evadir controles preventivos.

Postura de las autoridades

Las autoridades municipales reiteraron que los alcoholímetros tienen como objetivo principal prevenir accidentes y salvar vidas, por lo que cualquier intento de evadirlos contradice su función preventiva. 

Recordaron que estos operativos forman parte de las estrategias de seguridad vial y que su aplicación busca reducir los índices de siniestralidad relacionados con el consumo de alcohol.

El gobierno local subrayó que la responsabilidad de los establecimientos no solo se limita a ofrecer servicios de entretenimiento, sino también a contribuir en la promoción de prácticas seguras entre sus clientes.

Cifras del programa Alcoholímetro en México

El Alcoholímetro, implementado por primera vez en la Ciudad de México en 2003, se ha consolidado como una de las políticas públicas más reconocidas en materia de seguridad vial. El programa consiste en la instalación de puntos de control donde se realizan pruebas de alcoholemia a conductores de manera aleatoria.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, la aplicación de pruebas aleatorias puede reducir los siniestros viales hasta en un 20 por ciento, lo que convierte al Alcoholímetro en una estrategia que literalmente salva vidas. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) respalda este tipo de operativos, señalando que incluso pequeñas cantidades de alcohol en la sangre aumentan significativamente el riesgo de accidentes.

Los beneficios del programa son claros: ha contribuido a disminuir la mortalidad por accidentes de tránsito, ha generado conciencia social sobre los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol y ha fortalecido la cultura de la prevención. Además, estudios de la UNAM destacan que esta política pública ha tenido un impacto positivo en la reducción de delitos asociados a la conducción en estado de ebriedad.

Sin embargo, el Alcoholímetro enfrenta retos importantes. Uno de ellos es la resistencia social, ya que algunos sectores consideran las sanciones excesivas o cuestionan la legalidad de las detenciones. Otro desafío es la corrupción, pues existen denuncias de conductores que han intentado sobornar a policías para evitar sanciones. También se señala la necesidad de ampliar la cobertura del programa a más municipios y estados, ya que en muchas regiones del país los operativos son esporádicos o inexistentes.

Expertos en seguridad vial insisten en que el Alcoholímetro debe complementarse con campañas educativas, mejores sistemas de transporte público nocturno y sanciones más efectivas contra quienes reinciden.