El aguacate mexicano sigue luchando contra el narco

CIUDAD DE MÉXICO.

Ajá, ganaron los Broncos. ¡Felicidades! ¡Qué emoción! ¡Yei! y todo eso; pero la verdadera alma de la fiesta durante el Super Bowl 50 fueron los aguacates mexicanos. De nuevo.

Avocados From Mexico, organización que comercializa aguacates mexicanos en Estados Unidos, apostó por segundo año consecutivo en la transmisión de comerciales durante el Super Bowl, el día en que más aguacates se consumen en ese país —el año pasado se comieron más de 50 mil toneladas de aguacate mientras los Patriotas de New England vencían a los Halcones Marinos de Seattle, cantidad suficiente para llenar un estadio de futbol—. Un espacio publicitario de 30 segundos durante el Super Bowl tiene un costo cercano a los $5 millones de dólares; sin embargo, la inversión ha valido nuevamente la pena. Según Álvaro Luque, presidente de AFM, el comercial del año pasado, con sus miles de millones de impresiones en medios, consiguió que las ventas de aguacate crecieran en un 35 por ciento. Y gracias a eso, los aguacates mexicanos ahora dominan cerca del 80 por ciento del mercado estadounidense.

Este año, México produjo cerca de 60 mil toneladas de aguacate para que fueran consumidas durante el partido de los Broncos de Denver contra las Panteras de Carolina —el Hass Avocado Board calculó que el consumo llegaría a las 63 toneladas—, pero este desenfrenado crecimiento en el mercado aguacatero ha causado estragos en Tancítaro, Michoacán, la capital del aguacate, donde se producen más de la mitad del total de estos frutos consumidos en todo el mundo.

Según una investigación de El Universal, algunos productores aguacateros en esta zona, que recibe al visitante con un letrero que reza: “Tacíntaro: un pueblo 100% libre de cárteles”, han dejado de pagar los $1000 pesos por hectárea de aguacates a Los Caballeros Templarios, grupo de crimen organizado que se apoderó del mercado aguacatero en 2012.

El narco había estado apoderado de gran parte de este mercado desde 2007, cuando Los Zetas intimidaban, extorsionaban y robaban a los productores. Después de desplazar a los Zetas con violencia, la Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios tomaron las riendas de la extorsión sobre los productores, quienes encuentran en el cultivo del aguacate una razón suficiente para quedarse en México y no emigrar como indocumentados al vecino norteño de México, como lo hacen miles de michoacanos. Ha habido numerosos reportajes corroborando esta situación. Los Caballeros han robado terrenos con plantaciones enteras y matado a las familias que no quisieron pagar la cuota —o por otras razones relacionadas–. El narco ha intervenido para elevar los precios —en dólares— de los aguacates. Además de cobrar una cuota al productor por la tierra que trabaja, se dice que se quedan con un dólar por cada aguacate vendido.

No es un panorama alentador. En Estados Unidos, el país que más aguacates consume en el mundo, un aguacate llega a costar hasta 1.5 dólares, casi lo que cuesta una lata de Coca-Cola, lo que ha causado una derrama económica de más de 2 mil millones de dólares para Avocados From Mexico, la agrupación más importante de productores de aguacate mexicano. Sin embargo, ¿cuánto de esto llega finalmente al productor? ¿Cuánto gana el narco por esto?

Según El Universal, la extorsión por parte del crimen organizado hacia los productores de aguacate se está debilitando poco a poco. Esto ha sido gracias a los diferentes grupos de autodefensa, quienes “lograron su cometido en menos de dos años: minaron la fuerza de Los Caballeros Templarios”. No todo está completamente tranquilo, sin embargo, nuevos grupos delicuenciales han aparecido, los homicidios no cesan, y algunos productores siguen reportando extorsiones. Aún así, los aguacateros michoacanos son los reyes del aguacate y esperamos que sigan defendiendo su tierra y su trabajo como auténticos soberanos, pues gracias a los fanáticos del futbol americano, el aguacate está en su más álgido punto de popularidad mundial.

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