"Saludó a mi maestra y le disparó en la cabeza": sobreviviente de Uvalde

UVALDE.

Miah Ce­rrillo, estudiante de la primaria Robb, en Uvalde, Texas, rela­tó ante congresis­tas estadunidenses el horror que vivió en la matanza en su escuela, donde murieron 21 personas.

A través de un video pregrabado, la alumna de cuarto grado relató cuan­do el atacante, Salvador Ramos, entró al salón, sa­ludó y disparó a su pro­fesora y a algunos de sus compañeros, incluida su amiga.

Le dijo a mi maestra: buenas noches, y le dis­paró en la cabeza. Y lue­go disparó a algunos de mis compañeros de cla­se y al pizarrón”, contó la niña de 11 años de edad ante la Comisión para la Supervisión y Reforma del Gobierno.

La menor relató que, en el momento previo al tiroteo, sus compañeros se encontraban viendo una película, y que la pro­fesora, al darse cuenta de lo que estaba ocurriendo, avisó a los estudiantes y les dijo que se refugia­ran abajo de los pupitres y mochilas.

Pensé que él (el agre­sor) iba a volver al aula, así que tomé sangre de mi amigo, y me la puse por todas partes y me quedé quieta”, afirmó.

Y después, al compro­bar que Ramos ya no esta­ba, trató de buscar ayuda.

Agarré el teléfono de mi profesora y llamé al 911”, agregó.

El pasado 24 de mayo, Servando Ramos, quien acababa de cumplir 18 años una semana antes, entró al plantel y disparó a los niños.

Armado con dos rifles AR-15, Ramos mató a 19 niños y dos mujeres adul­tas, quienes eran profeso­ras del plantel.

Miah agregó que ya no quiere regresar al plantel.

Ya no me siento segu­ra”, dijo.

Según el diario Dallas al Día, la congresista de­mócrata Carolyn Maloney pidió atender el impacto humano de la violencia con armas y la urgencia de promulgar restricciones.

Les pido a todos los miembros de esta comi­sión que escuchen con el corazón abierto a los va­lientes testigos que han venido a contar sus histo­rias sobre cómo la violen­cia con armas de fuego ha impactado sus vidas”, dijo Maloney.

Nuestros testigos de hoy han sufrido dolor y pérdida. Pero están mos­trando un coraje increíble al venir aquí a pedirnos que hagamos nuestro tra­bajo”, agregó.

“LEXI PODÍA CAMBIAR EL MUNDO”

Felix y Kimberly Rubio perdie­ron a su hija Lexi en el tiroteo en la primaria Robb en Uval­de, Texas.

No piensen en Lexi sólo como un número”, dijo Kimberly.

Ayer, ambos comparecie­ron ante la Cámara de Repre­sentantes de Estados Unidos en un mensaje por video.

Si le hubieran dado la oportunidad, Lexi podría ha­ber hecho un cambio positivo en el mundo”, lamentó su madre.

La menor, una de las 21 víctimas que dejó la matanza del 24 de mayo, quería ir a la Universidad de San Antonio, con una beca deportiva, de softball.

Quería especializarse en matemáticas e ir a la escuela de derecho. Le quitaron esa oportunidad y a nosotros nos quitaron a ella”, agregó la mujer, consignó la cadena NBC.

-De la Redacción

Los padres de Lexi Rubio enviaron un video para expresar el dolor tras la pérdida de su hija. Foto: AFP

LEY DE ARMAS LIBRA PRIMER OBSTÁCULO

La Cá­mara de Representantes de Estados Unidos apro­bó ayer un proyecto de ley de control de armas en respuesta a los recientes tiroteos masivos en Buffa­lo, Nueva York, y Uvalde, Texas.

La legislación aumen­ta la edad mínima para comprar rifles semiauto­máticos y prohíbe la venta de cargadores de muni­ciones con una capacidad de más de 15 rondas, pe­ticiones que hizo el presi­dente Joe Biden.

Se trata del primer pa­so para una ley nacio­nal de control, aunque las propuestas no tienen los 60 votos para avanzar en el Senado.

-AFP

“MI CIUDAD FUE UNA CARNICERÍA”

Roy Guerre­ro, pediatra, explicó an­te el Congreso de Estados Unidos la “carnicería” que dejó la matanza en la pri­maria Robb, en Uvalde.

Había escuchado de algunas enfermeras que había dos niños muertos que habían sido traslada­dos al área quirúrgica del hospital”, dijo el médico originario de la ciudad en la que ocurrió la matanza que dejó 21 víctimas.

En su comparecencia, detalló que los cuerpos de esos dos niños habían quedado tan “pulveriza­dos” por las balas, que la única pista para conocer sus identidades eran sus camisetas, que tenían di­bujos animados.

-DPA

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